Las plagas de Breslavia (The Plagues of Breslau) es la nueva película de Netflix que está dando la hora. El thriller polaco, de Patryk Vega, nos sumerge en un escenario intrigante: alguien está asesinando gente con métodos medievales en la ciudad de Wroclaw.
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Pero la película tiene como particularidad que no solo nos muestra esa serie de crímenes aterradores, sino que permite apreciar el punto de vista del asesino y la explicación de su accionar. El final de esta producción de Netflix es todo menos resolutivo. Tan sangriento como su inicio, su conclusión, en los últimos diez minutos, parece ser el comienzo de algo completamente diferente.
¿DE QUÉ TRATA LAS PLAGAS DE BRESLAVIA?
La película de Netflix nos presenta a la oficial Helena Rus (Małgorzata Kożuchowska), quien intenta superar una tragedia en su vida personal. Mientras tanto, tiene que resolver una serie de asesinatos extraños. El primer cuerpo se encontró en el medio del mercado cosido dentro de la piel de un vacuno. El siguiente cuerpo es paseado por la ciudad por dos caballos, cada uno con una parte de él.
Al principio, los casos no parecen tener ninguna conexión, pero luego sale a la luz una nueva teoría. Parece que todas las víctimas eran “pecadores”. Rus, en su esfuerzo por averiguar la identidad del criminal, revisa la historia de la ciudad de Breslavia en el siglo XVIII y encuentra una pista.
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UNA MUERTE SORPRESIVA
‘Las plagas de Breslavia’ consiste en seis “faltas”: degeneración, saqueo, soborno, calumnias, opresión y desviaciones. La asesina, Magda (Daria Widawska), mata a personas por cada uno de estos delitos. Para el último de ellos, elige al Primer Ministro, o al menos eso es lo que parece.
Sin embargo, en lugar de dañarlo, Magda se suicida y hace que Helena le envíe al Primer Ministro su cabeza decapitada junto con un USB que contiene un mensaje para él y para el resto del país. ¿Por qué hizo esto? Pues su motivación era mucho más humana de lo que se pensaba y ese había sido su plan todo el tiempo: ayudar a su familia.
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Debido a las faltas de los demás, Magda había perdido su trabajo tantas veces que no pudo volver a encontrar uno decente. Por eso, comienza a trabajar en la fábrica de carne donde ella y sus colegas eran sádicamente maltratados. Esto tuvo un efecto mental y emocional en ella, pero no podía renunciar. Y es que su esposo la había dejado cuando sus dos hijos nacieron con enfermedades genéticas.
Entonces, todo el peso financiero recayó sobre Magda. El costo de los medicamentos y otros implementos eran muy altos, y ella no tenía ayuda de ningún lado. La única forma en que su familia podía obtener el dinero era a través de su seguro. Sin embargo, si ella se suicidaba, no obtendrían el dinero. Pero, si hacía que pareciera un asesinato, las cosas serían mucho más fáciles para ellos.
¿HELENA ES LA SUCESORA?
Todo lo que hizo Magda en ‘Las plagas de Breslavia’ tenía una justificación en su cabeza: ella mató a esas personas, incluso a ella misma, porque se lo merecían, porque la justicia no las había alcanzado y seguían campantes.
Sin embargo, con Magda fuera de la ecuación, nadie podría cumplir el rol de vigilante de la ciudad e impartir aquella justicia que la ley no daba. Entonces, Magda debía asegurarse que su labor continuara.
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La persona para que tomara esa labor debía ser alguien con una buena razón para convertirse en ese vigilante. Si fuera policía, sería todo más fácil porque sabría cuándo un criminal se ha escapado de las garras de la justicia. Es aquí donde el nombre de Helena Rus aparece en el panorma.
De hecho, Magda primero definió que Helena sería su sucesora antes de emprender los asesinatos y fue por eso que la involucró a propósito en la investigación de los asesinatos. Magda sabía sobre la muerte de su prometido, cómo el asesino escapó y cómo Helena estuvo a punto de matarlo.
Es con esos elementos que Magda trabaja la psicología de Helena, la convence de que quienes murieron se lo merecían y le da mayor veracidad a su discurso suicidándose. Helena, entonces, compra la visión de que la justicia total no puede ser aplicada por los canales regulares, sino que Las plagas de Breslavia deben continuar. Al final, vemos a Helena haciendo lo mismo que Magda.
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SU PARECIDO CON ‘SEVEN’
‘Las plagas de Breslavia’, pese a ser estrenada el 2018, recién llegó este año a Netflix. Su argumento de crímenes rituales ha recordado a muchos la trama de la icónica Seven (1995), en la que el veterano teniente Somerset (Morgan Freeman), del departamento de homicidios, y su próximo reemplazado, el detective David Mills (Brad Pitt), colaboran en la resolución de una serie de asesinatos cometidos por un psicópata que toma como base los siete pecados capitales: gula, pereza, soberbia, avaricia, envidia, lujuria e ira.
Los cuerpos de las víctimas, sobre los que el asesino se ensaña de manera impúdica, se convertirán para los policías en un enigma que les obligará a viajar al horror y la barbarie más absoluta.
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