La cadena de éxitos en la carrera artística de Marco Zunino tuvo un eslabón esencial en su paso por Broadway. Preparado para cantar, bailar y actuar, el actor confiesa en #Dilo con Jannina Bejarano que nunca tuvo mucha expectativa de trabajar en la imponente producción teatral del emblemático musical Chicago. Así que cuando recibió la noticia, le costó mucho salir de la sorpresa y alegrarse por el importante paso que significaba protagonizar el musical. “No me creía todo esto. Era como que te llame Steven Spielberg para una película”, revela en #Dilo con Jannina Bejarano. Y es que en la inestabilidad del teatro en nuestro país emocionarse pronto nunca es una buena opción. “Esta es una carrera tan frustrante que creo que me he auto entrenado a no desbordarme. Entonces, me emocioné mucho, pero al toque empecé a pensar: ojalá no me voten.”
Pero el sueño imposible se hizo realidad y tras su extraordinaria participación Zunino confiesa qué fue lo más difícil de tan importante experiencia. “Lo más complicado fue el idioma porque me tuve que enfrentar con cosas que nunca me había enfrentado antes”. En el papel del abogado Billy Flynn, el actor tenía constante asesoría para adecuarse a los usos lingüísticos del país norteamericano.
Ante esta dificultad, el gran temor de Marco al realizar el montaje era el no poder improvisar si se equivocaba en plena función. “Eso me tenía aterrado hasta que me equivoqué y no pude improvisar” recuerda ahora como anécdota. “Los nervios ya se me habían ido, estaba relajado y de pronto se me olvidó la letra de una canción ¡me quedé en blanco!” La canción era Razzle Dazzle y ante la difícil situación Zunino atinó a tararearla mientras que la directora musical de la obra le gritaba la letra detrás del escenario.
En el resto de la entrevista el actor confesó que no esperaba vivir el momento que hoy disfruta en medio de producciones internacionales. De igual manera agregó que vivió acoso sexual por parte de importantes directores y productores de Hollywood.
Mira la entrevista completa de #Dilo con Jannina Bejarano para El Comercio.