Pedro Suárez-Vértiz volvió a usar sus redes sociales para opinar sobre un problema del gobierno. (@pedrosuarezvertiz).
Pedro Suárez-Vértiz volvió a usar sus redes sociales para opinar sobre un problema del gobierno. (@pedrosuarezvertiz).
Redacción Mag

El cantante Pedro Suárez-Vértiz se ha mostrado bastante activo en redes sociales desde el inicio de la cuarentena. Ha brindado consejos a George Forsyth, hablado de Anna Carina Copello y más. Esta vez escribió sobre la burocracia, lo que el considero el verdadero problema del Perú.

En su extenso mensaje calificó a la burocracia como el “real virus que tiene al Perú en UCI hace décadas”. “No son los ambulantes, ni el sistema educativo, ni el sistema de salud, ni el Poder Judicial, ni las pruebas rápidas. La real gangrena peruana es el silencioso gobierno de los escritorios. Llamado también burocracia”, afirmó.

Ver esta publicación en Instagram

El real virus que tiene al Peru en UCI hace décadas, no son los ambulantes, ni el sistema educativo, ni el sistema de salud, ni el poder judicial, ni las pruebas rápidas. La real gangrena peruana es el silencioso gobierno de los escritorios. Llamado también burocracia (bureau: escritorio en francés / cratie: poder en griego). El Perú no lo gobierna Vizcarra. Lo gobiernan las anónimas tortugas coimeras detrás de los escritorios estatales. Estos malos elementos promueven la división de responsabilidades y multiplicación exponencial de trámites y documentos, para camuflar sus fechorías. Generan la renuncia de ministros, y demás autoridades, para reiniciar todo desde cero y nunca ser descubiertos. Mientras tanto el Perú se sigue quedando ignorante y contagiado. Ahorita estos traidores invisibles están paseando y desesperando a Forsyth. Le prometen autorizaciones y operativos para organizar a los ambulantes, que NUNCA van a llegar. Lo mismo con Muñoz pero este, más tío y más canchero, aguanta calladito este anónimo boicot burocrático. Ayer murió una mujer en la calle porque nunca llegó la ayuda médica. En el hospital de Huaycán hay un generador de oxígeno nuevecito que nadie usa mientras la gente se muere. Pero nadie da la cara. El Sr. Richard Swing, a quien no tengo el gusto de conocer, PARECIERA SER (comprensión lectora por favor) el típico caso de sobrevaloración de un artista, para hacer negocio con él. Swing, por ego artístico y por aceptar pagos en tiempos de austeridad,, cayó redondito y hoy es sindicado como culpable, cuando hay una enorme maraña detrás de la jugada. El gobierno te obliga a tomar la temperatura corporal y realizar test rápidos para reiniciar tus actividades comerciales y al mismo tiempo se limita y restringe el ingreso de los insumos para esto. La propuesta para crear una instancia que controle a la Sunedu, ya fue el colmo de la obstaculización al avance del Perú. La intencional ineptitud de estos organismos de gobierno, si no es purgada cuanto antes, nos mantendrá en él tercermundismo para siempre. Buenos días amigos y feliz lunes para todos.

Una publicación compartida por Pedro Suárez-Vértiz (@pedrosuarezvertiz) el

Para el cantautor, el país no es gobernado por el presidente sino por “anónimas tortugas coimeras detrás de los escritorios estatales”, las cuales retrasarían el trabajo del Estado en ayuda a la población. “Estos malos elementos promueven la división de responsabilidades y multiplicación exponencial de trámites y documentos, para camuflar sus fechorías”, denunció.

Del mismo modo, aprovechó para hablar del polémico Richard Cisneros, más conocido como Richard Swing. Suárez-Vértiz aseguró que no lo conoce pero para él su presencia en el Ministerio de Cultura es solo un caso de sobrevaloración de un artista.

“Swing, por ego artístico y por aceptar pagos en tiempos de austeridad, cayó redondito y hoy es sindicado como culpable, cuando hay una enorme maraña detrás de la jugada”, acotó.

Finalmente, el intérprete de “Degeneración actual” considera que el Perú seguirá siendo un país tercermundista si es que la burocracia no es eliminada.

VIDEO RECOMENDADO

Rebeca Escribens compara a Leslie Shaw con Thalía