Para la salud. Dormir es una necesidad básica para el ser humano. Sin embargo hay muchas personas a las que les cuesta conciliar el sueño o descansar bien. Jana Fernández, experta en bienestar y autora del libro ‘Aprende a descansar’, afirma que dormir bien nos permite estar preparados física y emocionalmente para nuestras tareas diarias, ser más creativos, estar más fuertes y vivir más equilibrados y sanos.
Lo que SÍ funciona para dormir bien
Para convertir en hábitos algunas de las rutinas útiles para mejorar el descanso, la experta da los siguientes consejos.
- La oscuridad en la habitación debe ser total. Es mejor reducir la luz en el dormitorio y optar por la oscuridad mejora la calidad del sueño: la luz azul que emiten los dispositivos electrónicos usados justo antes de dormir envía una señal al cerebro para que se despierte.
- El silencio es importante al momento de conciliar el sueño. El oído es el único sentido que no se inhibe mientras dormimos, por una razón de sobrevivencia. Por ello cualquier fuente de ruido hará que mi cerebro igualmente permanezca alerta y no podamos dormir.
- Ten en cuenta la temperatura de la habitación. Para quedarnos dormidos el cuerpo tiene que perder entre uno y dos grados de temperatura. La experta en bienestar recomienda controlar la temperatura de la habitación. Entre 16ºC y 20ºC es lo ideal. Nunca más de 21ºC.
- Mantén en orden la habitación donde duermes. Un dormitorio es el lugar de la casa donde se duerme, no es la oficina, ni el cuarto de planchado, ni la sala de cine. Es importante que la habitación donde se va a dormir esté limpia, ordenada y no se use para trabajar o comer.
- Controla el nivel de humedad donde duermes. Mucha humedad puede dar paso a ácaros y hongos que pueden afectarnos a nivel respiratorio, pero también los ambientes secos pueden resecar las mucosas y generar carrasperas, toses y numerosas interrupciones del sueño.
Lo que NO funciona para dormir bien
Los expertos aseguran que aquellos que buscan una buena noche de descanso deberían evitar algunas manías que piensan que están bien.
- Tomar pastillas. Los investigadores han dado la voz de alarma durante años sobre sus riesgos y han advertido de la necesidad de dar con tratamientos alternativos más seguros para paliar el insomnio. Este tipo de medicamentos representan la misma amenaza que fumar.
- Solo ir a la cama cuando estás cansado. Aunque suena lógico, variar tu hora de sueño puede causar interrupciones nocturas con el tiempo. En realidad tu cuerpo anhela una hábito. Establecer un horario hará más fácil que cojas el sueño rápidamente.
- Salir de la cama si no puedes dormir. Muchos aconsejan que si en 15 minutos no te has quedado dormido, debes levantarte y hacer otra cosa como leer o escuchar música, pero Christopher Winter, presidente de Charlottesville Neurology and Sleep Medicine y consejero del sueño de la revista masculina ‘Men’s Health’, no está de acuerdo.
- Beber alcohol. Si bien puede que cojas el sueño más rápido que cuando estás sobrio, las desventajas son mucho peores: aumento de la necesidad de ir al baño, circuitos circadianos interrumpidos, problemas respiratorios.
- Contar ovejas. Si visualizar un montón de ovejitas mullidas saltando un verja en una colina te funciona, genial. Pero a muchas personas contar les produce bastante ansiedad. Prueba a imaginar otras cosas que no te produzcan estrés.