Macabro hallazgo. El pasado 24 de mayo se encontraron los restos de un cuerpo humano cerca de la mansión de Meghan de Sussex y el príncipe Enrique de Sussex en Montecito, una exclusiva zona localizada en el condado de Santa Bárbara, a unos 140 km de Los Ángeles, en California, Estados Unidos. La Policía investiga lo ocurrida bajo la sospecha que se tratarían restos arqueológicos.
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Los huesos fueron hallados en una propiedad ajena a la casa de los duques de Sussex, a casi un metro de profundidad. Los policías presentes en la escena de los hechos dijeron que probablemente sean los restos muy viejos de un adulto, con la posibilidad de que se trate de restos arqueológicos.
La zona es uno de los lugares que habitó el pueblo Chumash, por lo que se especula que el adulto perteneció a esa comunidad. Se espera que los resultados de la investigación forense confirme la hipótesis. En caso de que sea así, la decisión de qué pasaría con los restos estaría en manos de la Comisión de Nativos Americanos.
Los duques de Sussex compraron la mansión en 2020 por casi 15 millones de dólares. Tiene 9 habitaciones y 16 baños, piscina, cancha de tenis, una casita para tomar el té, otra para invitados y una cabaña para los niños. Tiene hasta una historia tétrica convertida en novela.