En redes sociales, se volvió viral la historia de valentía y superación de Agustina Ávila (23), una joven de Córdoba (Argentina) a la que le dieron pocas esperanzas de vida tras ser diagnosticada con cáncer. En la actualidad, es campeona de natación y se encuentra entrenando para nuevas competencias.
“Es increíble que el año pasado me daban una semana de vida, hacía una cuadra y me desmayaba por la anemia. Vivía internada con transfusiones de sangre, etcétera. Hoy estoy compitiendo en aguas abiertas y pudiendo entrenar todos los días. A veces doble turno por día. Agus 1, cáncer 0″, escribió en su cuenta de Twitter, adjuntando una imagen suya tras obtener el primer puesto en el circuito de aguas abiertas.
Su publicación se volvió viral y rápidamente llamó la atención de miles de usuarios, quienes la felicitaron por el logro.
Un duro diagnóstico
En conversación con el medio local Todo Noticias, Agustina contó que, con solo 20 años, debió dejar de trabajar, estudiar y entrenar debido al dolor que le provocaron los tratamientos. Además, tuvo que ser internada producto de esas secuelas.
“Empecé con dolores. Me hacían estudios y no me detectaban nada. Después descubrí que me crucé con médicos de mierda. Pensé que me estaba volviendo loca; que estaba somatizando en mi cuerpo todo lo que sentía por la muerte de mi hermano”, recordó. “Seguía muy mal. Una noche me sentía terrible, pero no quería ir al médico. Al día siguiente me levanté helada, con frío, fui a la guardia y me dijeron que tenía un tumor”.
“A los ocho meses comencé el tratamiento. Quimio, rayos, etc. Estuve estable medio año hasta que el 30 de diciembre de 2020 me internaron: eran las secuelas de todo ese tratamiento invasivo contra el cáncer de cuello de útero en estadio IIIB”, señaló.
En aquel entonces, la joven sufría hemorragias internas y debía recibir transfusiones por un estado anémico que los médicos no podían revertir. “El dolor era tan fuerte que orinar se volvía tedioso. Los doctores no podían anestesiarme porque se me iba a reventar el corazón”, agregó.
Tras un largo proceso de recuperación, Agustina mejoró y en junio de 2021 se le dio el alta; no obstante, llegó a enterarse que una doctora le había dado pocos días de vida.
“Lo que había sucedido es que sí, el cáncer se había logrado reducir al máximo, pero sin embargo no me contaron toda la patota de secuelas que podían ocurrir. Mi mamá Adriana me contó que a los tres meses de estar internada fue la oncóloga quien le dijo que mi cuadro era terrible. Que me daban una semana de vida”, contó.
Regreso a la natación
En 2020, antes de volver a ser internada, Agustina retomó la natación. Por esos meses, dejó el gimnasio debido a la llegada de la variante omicron.
“Cuando surgió el tema de la variante Omicron tuve mucho miedo. Le decía a mi mamá que no me quería contagiar. En ese momento iba al gimnasio, pero no me generaba tranquilidad por el calor. Fue ella quien me sugirió que volviera a nadar. El tema es que, más allá de que físicamente no estaba igual, mi miedo era que me sucediera lo mismo que en 2020: agarrar ritmo y que mi cuerpo diera 20 pasos para atrás”, sostuvo.
Pese al temor, volvió al agua y se inscribió en una competencia para poner a prueba su nivel. “Pensé: ‘Si lo disfruto bien, y si no gano experiencia’. Después de nadar me fui frustrada porque había hecho un tiempo malo. Salí enojada”, recordó.
Grande fue su sorpresa cuando una persona del torneo se acercó preguntando por ella. “Estábamos con los chicos comiendo fiambre, tomando algo. De repente esta chica me dijo que había salido primera. Estaba re contenta, no lo podía creer”, dijo la joven. “Fue una felicidad inmensa. Cuando me diagnosticaron no pensé que tenía cáncer. Y hoy soy consciente de lo que me pasó. Pero también estoy segura de que si sobreviví a la muerte de mi hermano, que era mi otra mitad, podría superar cualquier otra cosa en mi vida”.
Ahora, Agustina se concentra en lo más importante: disfrutar de su vida: “¿Qué planes tengo para el futuro? Vivir. Hoy no estudio ni trabajo porque aún sigo con secuelas. Estoy haciendo equitación a la mañana y a la noche natación. Sí más adelante me gustaría trabajar para poder ahorrar e irme a vivir afuera. Me gustaría viajar, juntar experiencias, descubrir Colombia, Costa Rica, México y Panamá”, concluyó.
¿Qué significa cáncer uterino etapa 3?
En el estadio III, el cáncer se diseminó al tercio inferior de la vagina o a la pared pélvica, causó problemas de riñón o afectó los ganglios linfáticos. De acuerdo el sitio web cancer.gov, el estadio III se divide en los estadios IIIA, IIIB y IIIC, según hasta dónde se diseminó el cáncer.
¿Qué significa IIIB?
En el estadio IIIB, el tumor se ha diseminado a la pared torácica o ha causado hinchazón o ulceración de la mama o se diagnostica como cáncer inflamatorio de mama (en inglés), señala el sitio web cancer.net.