Por amor uno puede hacer cosas inimaginables. Como prueba de ello está un padre de Estados Unidos cuyo nombre es David Jones. Él caminó 300 millas a través de escombros de una inundación por el huracán Helene para llegar a tiempo a la boda de su hija, Elizabeth Márquez. Sí, tuvo una gran aventura. En este artículo te enterarás de todos los detalles sobre lo ocurrido.
David había planeado un viaje de dos horas desde Carolina del Sur a Johnson City, Tennessee, para llegar al matrimonio; sin embargo, acabó viajando siete horas en auto y otras cinco horas y media a pie. Sin duda, un verdadero desafío.
El hombre, cuando cruzó la frontera estatal hacia Tennessee a las 2 am aproximadamente, después de haber sido desviado varias veces por la Interestatal 26, se encontró con un oficial estatal que le dijo que no podía avanzar más.
“Tienes que entenderlo. Mi hija se casa a las 11 de la mañana de hoy y yo estaré allí para acompañarla hasta el altar”, fue lo que le respondió David, según contó en una entrevista que le realizó WJHL, la cual se puede apreciar en un video publicado en YouTube.
Como la Interestatal y otras carreteras secundarias estaban intransitables, el padre de esta historia se animó a salir de su auto para empezar a caminar. En ese entonces, todo era oscuridad. La única luz que había era la salía de su celular. Eso por lo menos lo ayudó a través de los escombros.
“Es simplemente horrible”, indicó Jones. “Y puedo contarles mucho sobre el barro y los campos de escombros donde tengo que trepar seis pilas de escombros de siete pies de altura de cercas viejas y árboles enormes y era simplemente un lío enredado y caminos sin salida y todo tipo de cosas”, agregó.
Estuvo cerca de ser atropellado por una retroexcavadora
En su viaje a vie, David llegó a ver una retroexcavadora, la cual estaba siendo utilizada por alguien. Justamente, el operador no alcanzó a verlo y, por ende, el papá estuvo cerca de ser atropellado. Producto de esa situación de peligro, él acabó atrapado en el barro. Eventualmente, logró salir y pudo continuar con su camino.
Según la citada fuente, David fue capaz de cruzar el río por el puente de la autopista Jackson Love y, al cabo de un tiempo, volvió a la Interestatal 26. Con el fin de no ser atropellado, tenía una varita reflectante. Después de varios minutos andando a pie, pudo subirse al vehículo de una persona que conocía de un trabajo anterior y por eso el último tramo del viaje pudo descansar un poco.
Toda esa aventura le permitió a David llegar a tiempo a la boda de su hija, Elizabeth, quien recién se enteró de lo que vivió su padre en la recepción. Ella está muy feliz por lo que hizo su progenitor. Realmente se lo agradece bastante.
El singular obsequio que le dio a su hija
Cabe mencionar que su padre le acabó dando un obsequio muy singular a raíz de la experiencia que vivió. “Traje el reflector a la recepción y se lo entregué a Elizabeth, mi hija, y a Daniel sólo para que lo recordaran, para ser un protector y un buen reflejo el uno del otro y un reflejo de Dios”, aseveró el hombre. Sin duda, un ejemplo para todos los progenitores.
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Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres. Redactor Real Time del Núcleo de Audiencias en secciones web especializadas en México y Estados Unidos dentro del Grupo El Comercio.