Imagina esto: después de más de ocho años sin noticias, un gato perdido regresa justo antes de Navidad. Suena como el guión de una película, ¿cierto? Pues no, es una historia real que dejó a sus dueños completamente sorprendidos. Después de tanto tiempo y de pensar que nunca lo volverían a ver, el felino apareció como un regalo inesperado, justo cuando más lo necesitaban. Esta es la historia del reencuentro.
Cuando Charlotte O’Daly y su pareja Michael se mudaron a su nueva casa en septiembre de 2016, la mudanza alteró a Ozzie, su gato, quien decidió escaparse para explorar la zona. Al no saber dónde estaba, hicieron lo mismo que muchas personas en Bristol cada semana: pusieron carteles de gato perdido y compartieron una publicación en la página de Facebook de mascotas perdidas y encontradas de la ciudad.
Ozzie no logró encontrar el camino de regreso a casa, y en pocas semanas, la familia se mudó nuevamente, esta vez al otro lado de South Bristol. Al perder todo rastro de él, perdieron la esperanza de volver a verlo, especialmente porque Ozzie tenía siete años en ese entonces. Lo más doloroso fue que su otro gato, Milky, era hijo de Ozzie, lo que hacía la separación aún más triste.
Esta semana, después de ocho años y tres meses (3.022 días para ser más exactos), Charlotte recibió una llamada que la dejó sin palabras. Ozzie no solo estaba vivo a sus 15 años, sino que además estaba esperando en una clínica veterinaria justo al final de la calle.
Charlotte contó a Bristol Live que la llamada desató un “día vertiginoso lleno de un montón de lágrimas de alegría”. “Fue increíble, la verdad. No esperaba recibir la llamada después de tanto tiempo”. La familia se había mudado a la casa del padre de su pareja en Hartcliffe mientras esperaban que estuviera listo un apartamento al que mudarse de nuevo. Luego se trasladaron a una nueva casa en Withywood, y con tantas mudanzas, ya habían perdido toda esperanza de que Ozzie encontrara el camino de vuelta a casa.
Lo que Ozzie había estado haciendo durante esos ocho años sigue siendo un misterio. Una mujer que vive en una calle de Hartcliffe, a unos ochocientos metros, en el otro extremo de Willmott Park, la llevó al veterinario esta semana. La mujer les contó a los veterinarios que había estado alimentando a Ozzie como si fuera una gata callejera durante unos cuatro años, pero que se preocupó por una posible infección ocular y ya no podría seguir cuidándola porque también se mudaría.
“No tenemos idea de qué estuvo haciendo durante los primeros cuatro años, pero parece que alguien la alimentaba pero decidió llevarla al veterinario por su ojo y porque se mudaron de casa”, dijo Charlotte. “Parece que ha sido una gata callejera un poco salvaje”, añadió.
Ahora, solo hay felicidad porque Ozzie ha regresado justo a tiempo para Navidad y parece sentirse como en casa, además de haberse reencontrado con su hijo. “Todos la hemos extrañado muchísimo, pero estamos muy contentos de tenerla de vuelta en casa. Todavía conserva su hermoso espíritu, y esperamos que tenga muchos años más por delante, porque se ve bastante saludable para sus 15 años. Su hijo, que aún tengo, también ha extrañado su cariño maternal”, comentó Charlotte.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.