Sophia Spencer, de solamente 8 años, adora los insectos, sobre todo los saltamontes. Se convirtió en toda una experta y, de vez en cuando, se le puede ver dando un paseo a sus diminutos ‘amigos’ sobre su hombro.
Lamentablemente, su pasión parece no ser del total agrado de algunos de sus compañeros de escuela. Estos la fastidiaban constatemente y se burlaban de ella.
Sin embargo, todo cambió cuando la madre de Sophia, Nicole Spencer, se puso en contacto con la Sociedad de Entomología de Canadá contando su caso y buscando que algún entomólogo se comunique con la niña para animarla a seguir adelante con su afición pese al acoso de los otros niños.
La carta empieza diciendo: "¡Hola! Tengo una hija de ocho años a la que le apasiona aprender y exporar sobre el mundo de los insectos y los bichos. A menudo sus compañeros se ríen de ella en la escuela porque le gusta mostrar orgullosa sus ‘amigos bichitos’ en el hombro".
"Lleva un año preguntándome si lo que a ella le gusta, explorar y descubrir cosas sobre los insectos, puede ser un trabajo algún día. La he contestado que por supuesto que sí, pero siento que no se muy bien cómo seguir animándola a que se dedique a ese campo de la ciencia".
"Me preguntaba si algún entomólogo profesional podría hablar con ella por teléfono para animarla en su afición y explicarla como puede hacer de ello su profesión. Intento buscar constantemente artículos con información sobre especies de insectos y cómo reconocerlas, pero no tengo respuesta para muchas de sus preguntas".
"Agradecería tanto si alguien pudiera hablar con ella por teléfono cinco minutos, o si a alguien no le importara contestar sus dudas por correspondencia. Quiero que un experto la explique que no es una rara, como los niños la llaman, por el hecho de que le gusten los bichos", concluye.
La institución publicó la carta de la mujer en Twitter pidiendo a la comunidad científica que se pronuncie. La respuesta fue simplemente espectacular: el tuit obtuvo una gran acogida y alcanzó una audiencia de un millón de usuarios.
Entre estos estuvo Morgan Jackson, un estudiante de entomología que analizó lo ocurrido como ejemplo de cómo se debe comunicar la investigación científica y la divulgación para que cale en la imaginación del público.
El estudio fue publicado posteriormente en la revista Annals of the Entomological Society of America y contó con la participación de Sofia, quien habló sobre su pasión por los insectos.
En el texto, la menor empieza diciendo: "Mis bichos son favoritos son los caracoles, las babosas y las orugas, pero sobre todo los saltamontes. El año pasado en otoño me encontré a mi mejor amigo bicho. Su nombre es Hoppers".
"Después de que mi madre enviara esa carta y me mostrara las respuestas me puse muy contenta. Es muy bueno saber que hay tanta gente que me apoya y es muy bueno saber que hay otras chicas que estudian bichos. Me hace pensar que yo también puedo dedicarme a eso. Definitivamente quiero estudiar bichos cuando sea mayor, probablemente saltamontes".
“Alguien me ha enviado un microscopio y lo he llevado a la escuela. Ahora mis compañeros me traen bichos cuando los encuentran para verlos en el microscopio. Creo que otras chicas que han leído la historia ahora también quieren estudiar bichos”, concluye.
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