Fiona Pepper es una periodista australiana que compartió a través de sus redes sociales un mensaje escrito hace 100 años por su bisabuelo, un profesor que falleció durante la pandemia de la gripe española. El contenido de la carta sorprendió a los internautas por las similitudes que se encontraron respecto al panorama que se vive en la actualidad por el nuevo coronavirus. Su historia se viralizó en las más populares plataformas de Internet.
El mensaje provino de Harry Cole, un hombre que, en 1919, tenía 29 años y estaba infectado con la gripe. Desde un hospital de Geraldton, ubicado en Australia Occidental, le escribió a su mujer para darle detalles sobre su estado de salud. La carta fue publicada en Facebook y Twitter y se volvió tendencia.
“Este es mi primer intento de escribir en más de un mes, así que debes ser considerada. Estoy sentado en la cama, con el abrigo sobre el pijama, con los calcetines y las botas puestas”, escribió. Para ese entonces, Harry pesaba 45 kilos y no podía vestirse sin la ayuda de enfermeras.
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“Tengo que luchar por mi respiración”, agregó. “Temo que mi corazón está muy débil y, hasta que esto no mejore, habrá poca mejora en mí”.
Tras eso, el hombre expuso que en las noches no podía dormir mucho porque le costaba respirar y constantemente tenía severos ataques de tos. "No puedo hablar correctamente, si pudiera te llamaría por teléfono y solo puedo caminar unos veinte metros sin cansarme”, escribió.
Asimismo, más adelante expresó su admiración por los médicos que lo estuvieron atendiendo, aunque dijo sentirse preocupado por una de las enfermeras que, repentinamente, dejó de ir a trabajar.
“Mi querida enfermera, una joven de 22 años que ha sido muy amable y considerada conmigo no vino hoy. Espero que no haya adquirido la enfermedad, pobre niña”, expuso.
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Finalmente, Cole dijo que temía dejar el hospital y eventualmente sufrir un ataque al corazón sin que los médicos estuvieran cerca; sin embargo, estaba dispuesto a viajar 100 kilómetros para reencontrarse con su familia. Lamentablemente, esto nunca ocurrió porque el hombre falleció algunos días después de enviar la carta.
“Me temo que he escrito mucho, todo sobre mí. Pero ya sabes dónde están mis pensamientos, contigo, mi querida y con los niños. Sigo siendo tu esposo siempre amoroso, Harry”, concluyó.
El cuerpo del hombre fue enterrado en una fosa común hasta que su familia pudo reclamarlo un año más tarde.
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