A mediados de 2022, Linda Williams fue diagnosticada con cáncer terminal, pero ella, sabiendo que le quedaba poco tiempo, en vez de deprimirse, decidió hacer una fiesta a lo grande para despedirse de sus seres queridos, pero también cumplió un sueño de toda la vida: volar un avión de la Segunda Guerra Mundial, por lo que su historia no tardó nada para hacerse viral, ganándose la admiración de todos por su ejemplo de vida.
Hoy, la mujer de High Wycombre, una ciudad al noroeste de Londres, Reino Unido, tiene 76 años y reveló que cuando le dieron su diagnóstico decidió que quería celebrar su vida en vez de un funeral, por lo que se puso manos a la obra y comenzó a planificar una fiesta a lo grande y vaya que fue un evento inolvidable.
“Yo nunca estuve en un buen funeral, son eventos miserables, así que decidí que quería una celebración de mi vida... casi me muero dos semanas antes, así que hice un recorte de cartón (de mi figura), por si acaso, pero pude estar allí con todos mis amigos”, declaró a la BBC.
Linda vuela un Spitfire
Pero, antes de decir adiós a este mundo, había algo que tenía pendiente de cumplir y que siempre quiso hacerlo desde corta edad: Linda tenía un particular gusto por los Spitfire, aviones de guerra de la Real Fuerza Aérea (RAF), lo cuales tuvieron un accionar crucial durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
De hecho, su fascinación por estas aeronaves surge porque sus padres trabajaban en la RAF, específicamente, en la base de Walters Ash. Por eso, volar uno de estos aces del aire estuvo entre los primeros lugares en su lista de deseos finales: “fue una locura, fantástico y más de lo que jamás deseé”.
Casi no llega a su propia fiesta
Por ello, y para que todo esté a tono con sus gustos, la fiesta tuvo una temática de los años 40´s durante octubre de 2022: “el tema de mi fiesta era ‘La Batalla de Inglaterra’, que resultó perfecto porque la década de 1940 gira alrededor de unirse cuando no tienes nada y sacrificarte para mantener tu libertad”, comentó Linda a la BBC quien vistió un traje de piloto.
Pero, pese a que sus 124 invitados asistieron a la fiesta tras decir “enigma”, el código secreto, fue la propia Williams quien casi se lo pierde debido a los estragos del cáncer a su salud: “casi muero antes de la fiesta, pero pensé: ‘como sea voy a llegar’. Decidí que lo haría y todos se la pasaron fenomenal... llegué a las 6, la fiesta empezaba a las 7:30. Mis piernas estaban hinchadas, pero igual logré bailar toda la noche y recibí muchos abrazos amorosos. Me fui a la 1 de la mañana, tuve un subidón de adrenalina, luego dormí durante 2 días”.
De hecho, Linda tenía planeado festejar la fiesta contra viento y marea: “fue muy clara con nosotras desde el principio: esta fiesta se haría con o sin ella. Nos dijo: ‘si estoy allí esa noche quiero esta canción, pero si muero quiero una diferente’, así que las instrucciones eran muy claras”, confesó Jo Oxlade, amiga de la mujer de 76 años a quien conoció en una clase de baile Lindy Hop cuando tenía 69.
Cansada de los hospitales, vuelve a casa para descansar
Tras pasar tanto tiempo en los hospitales, Linda Williams decidió volver a su casa, donde recibió los cuidados de enfermeras del Rennie Grove Hospice Care, una ONG, quienes han sido cruciales para mantenerla en este mundo.
Fiona O’Neil, una de sus enfermeras, dijo sobre nuestra protagonista: “es una luchadora, se aseguró de salir adelante y llegar a su fiesta. Siempre ve lo positivo en la vida y es un verdadero placer cuidarla... ella es una persona increíble e inspiradora que tenemos la suerte de tener como amiga”, sentenció.
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