Gracias a Facebook podemos conocer historias fascinantes, capaces de alegrarnos el día y devolvernos la fe en las personas. Una de estas fue compartida por una joven panadera de Brasil llamada Rosángela Amaral.
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Ella contó cómo ayudó a un pequeño, de nombre Cauã, en sus estudios obsequiándole alimentos y guiándole en sus tareas. Con esto, evitó que abandonase la escuela.
“Mi amiguito volvió a la escuela. Hablé con él. Le dije, ‘Si tú estudias, tu comida y tus estudios los paga la panadería’. Todos los días, él viene a mostrarme las tareas hechas y yo le ayudo con ellas. Soy su representante en la escuela, ya que llegó a la ciudad solo y vivía en la calle”, contó.
Si bien la historia tiene mucho tiempo en Facebook, los usuarios siguen compartiéndola y dejando comentarios. La mayoría de ellos coincidió en que Rosángela era una excelente persona.
“Ojalá la amistad entre Rosángela y Cauã siga actualmente y se mantenga en el tiempo. Ella es una mujer noble y de buen corazón, y él un chico que quiere superarse”, sostuvo un internauta.