Cada año se diagnostican nuevos casos de cáncer en el mundo. Sin embargo, la lucha de los pacientes oncológicos es tan conmovedora que inspira a otras personas. Ixtlali García, una joven que llegó de manera ilegal a los Estados Unidos, es una de ellas. Desde hace unos años realiza tatuajes constructivos a las mujeres sobrevivientes de esta enfermedad y en muchos casos los procesos son gratuitos.
Ixtlali García llegó a los 5 años a Estados Unidos, junto a su familia de origen hispano. Hoy la dreamer, como se le conoce a los jóvenes inmigrantes, es una tatuadora reconstructiva que apoya a las mujeres que sobrevivieron al cáncer de mama, principalmente a las que pertenecen a la comunidad hispana.
La madre de Ixtali, Rosa González, fue su máxima inspiración para iniciarse en este oficio. La mujer superó un cáncer de mama, pero sufrió la caída de su cabello y la pérdida de sus cejas, a consecuencia de las quimioterapias y otros procedimientos.
“Yo tenía que hacer algo para ayudarle a ella”, dijo Ixtali, quien radica en Nueva York, en entrevista con Univisión.
La joven le reconstruyó las cejas a su madre y le ayudó a mejorar su autoestima. El procedimiento duró aproximadamente dos horas.
Ayuda a otros pacientes
Las pacientes que superaron el cáncer de mama no solo sufren la caída del cabello, sino que deben someterse a la mastectomía, un procedimiento que consiste en la extirpación del pezón con el resto del seno.
Las mujeres que quieran reconstruir sus senos después de la mastectomía pueden recurrir a cirugías o a tatuadores reconstructivos. Sin embargo, los procedimientos son muy costosos y llegan incluso a los mil dólares.
Consciente de ello, la dreamer realiza este trabajo de forma gratuita a las personas de bajos recursos, sobre todo aquellas que pertenecen a la comunidad hispana.
“Me siento realizada. Todo vale la pena al ver la sonrisa de las personas que podrán continuar con sus vidas”, indicó la joven.
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