Un equipo de dentistas, conformado por un padre y su hijo, han sido encarcelados tras generar ingresos llevando a cabo procedimientos innecesarios a pacientes que tenían la dentadura completamente sana.
Lionel Guedj, de 42 años, asistido por su padre, Carnot Guedj, de 70, operaban en un barrio de bajos recursos de Marsella, al sur de Francia.
Entre 2006 y 2012, cientos de pacientes visitaron el consultorio de los sujetos por problemas menores como caries o coronas sueltas; sin embargo, terminaban dejando el consultorio con dientes sanos extraídos.
La jueza Celine Ballerini determinó que el trabajo dental innecesario era parte de un plan “sistemático” para que el dúo obtuviera beneficios económicos de la seguridad social, informó el medio France24.
En consecuencia, Lionel Guedj fue sentenciado a ocho años de prisión. Carnot Guedj, que trabajaba para él a tiempo parcial, fue condenado a cinco años.
Ballerini ordenó que padre e hijo fueran directamente a la cárcel, independientemente de si apelan la decisión o no, lo que provocó los aplausos de las víctimas que estaban presentes en el juicio.
Un video publicado en redes sociales muestra el momento en que ambos sujetos son trasladados a un centro de detención.
Momento en que trasladan a Lionel Guedj y a Carnot Guedj a la cárcel:
Los fiscales estiman que Guedj realizó aproximadamente 3900 tratamientos en los dientes sanos de 327 pacientes. Como resultado, las muelas tuvieron que ser extraídas y reemplazadas por puentes.
Los costosos puentes lo convirtieron en el dentista mejor pagado de Francia en 2010, cuando ganó unos 2,9 millones de euros en honorarios.
El sujeto utilizó el dinero en autos de lujo, un yate y propiedades por 9,5 millones de euros.
Tema aparte es el drama que viven los pacientes atendidos por Guedj. Una mujer que reservó una cita por un problema menor de esmalte terminó con 24 dientes extraídos, mientras que un conductor quedó con “dientes de ratón” luego de que se los limaran severamente.