Una mujer de Inglaterra fue al médico quejándose por una fatiga constante y el especialista le dijo que su molestia se debía a que acababa de dar a luz. Lo que Louise MacLeod no imaginaba era que su verdadero diagnóstico era mucho más grave al que le dieron.
Louise y su esposo Andy, ambos de 44 años, estaban preocupados porque la mujer no lograba recuperar la energía que tenía antes de dar a luz a la pequeña Nell en 2010, informó el medio The Sun.
Según contó, ella no había experimentado este raro síntoma con su primer hijo, Oscar, quien en la actualidad tiene 15 años. Esto llamó su atención y le hizo pensar que algo no andaba bien.
El tiempo pasaba y sus molestias no se iban. Pronto tuvo problemas de glándulas inflamadas, infecciones fúngicas y bajó de peso.
Apenas nueve meses después del nacimiento de Nell, Louise también descubrió un bulto en su cuello y de inmediato se preocupó de que pudiera ser canceroso.
En 2012, 11 meses después de empezar con los síntomas, le dieron el duro diagnóstico: linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer que se desarrolla en el sistema linfático.
Los médicos no acertaron al darle un diagnóstico
Antes de recibir el diagnóstico, los médicos le habían dicho a Louise que intentara descansar, algo casi imposible para ella pues tiene que hacerse cargo de sus hijos.
Si bien todos sus síntomas fueron descartados como “laringitis” y simples efectos secundarios comunes resultantes del parto, Louise no estaba convencida.
Un doctor le llegó a decir que también podría tener depresión posparto; sin embargo, tras atenderse con un especialista, dio con el desgarrador diagnóstico.
“Fue realmente abrumador, especialmente porque tenía una familia joven que cuidar. Pero además de estar asustado por mi futuro, estaba furioso por mi camino hacia el diagnóstico. La demora en recibir un diagnóstico correcto fácilmente podría haberme costado la vida”, señaló la madre.
Así, Louise inició un tratamiento de 10 meses en Huddersfield Royal Infirmary, incluidos cuatro etapas de quimioterapia.
Lamentablemente, el tratamiento inicial falló y los procedimientos empezaron a afectar su salud, por lo que se le recomendó un trasplante de médula ósea.
Afortunadamente, su hermano Richard Burhouse, de 47 años, fue capaz de donar células madre para su cirugía.
“Soy muy afortunada de que mi increíble hermano estuviera dispuesto a aceptar el trasplante, la atención y el apoyo que recibí de mi familia, amigos y el equipo de St. James fue increíble”, declaró la mujer.
El trasplante fue todo un éxito, pero no le dieron el visto bueno hasta diciembre de 2013, justo a tiempo para Navidad. “Ser declarada libre de cáncer fue una euforia absoluta”, recordó.
A principios de 2014 pudo volver a su trabajo como directora general de Burhouse Limited, una empresa familiar con sede en Huddersfield que abastece a diseñadores de joyería y tiendas de abalorios.
Ha estado libre de cáncer durante nueve años y se ha dedicado a recaudar dinero y crear conciencia para organizaciones benéficas contra el cáncer, incluida Blood Cancer UK, donde es embajadora.
“Es crucial que aumentemos la conciencia sobre los síntomas entre los profesionales médicos y el público”, dijo la madre, a modo de reflexión. “Es por eso que estoy encantada de que la asociación con Omaze recaude dinero y genere conciencia, para permitir que esta maravillosa organización benéfica continúe con el trabajo salvador que realiza para ayudar a más personas como yo”.
“Espero que nadie tenga que pasar por lo que yo he pasado, pero es importante que las personas sepan que si sienten que algo no está bien, deben presionar para que su médico de cabecera y los equipos clínicos los escuchen”, agregó. “Te conoces mejor a que nadie y sabes cuando algo anda mal”.
¿Qué es el linfoma no Hodgkin?
El linfoma no Hodgkin (también conocido simplemente como linfoma o NHL, por sus siglas en inglés) es un cáncer que comienza en los glóbulos blancos llamados linfocitos que forman parte del sistema inmunitario del cuerpo, señala el portal cancer.org.
Linfoma no Hodgkin es un término que se utiliza para muchos tipos de linfoma que todos comparten las mismas características. Hay otro tipo principal de linfoma, denominado linfoma de Hodgkin, que es tratado de manera diferente.
Por lo general, comienza en los ganglios linfáticos u otro tejido linfático, pero a veces puede afectar a la piel.
Síntomas del linfoma no Hodgkin
Según la Sociedad del Cáncer de Estados Unidos, los síntomas más comunes del linfoma no Hodgkin son:
- Inflamación de los ganglios linfáticos
- Escalofríos
- Pérdida de peso
- Cansancio (sensación de estar muy agotado)
- Hinchazón del abdomen
- Sensación de llenura después de comer sólo una pequeña cantidad de comida
- Dolor o presión en el pecho
- Tos o dificultad para respirar
- Infecciones graves o frecuentes
- Tendencia a presentar fácilmente moretones o sangrados
Síntomas B del linfoma no Hodgkin
Algunas personas presentan estos síntomas
- Fiebre (puede ser intermitente durante varios días o semanas) sin una infección
- Sudoración profusa durante la noche
- Pérdida de peso involuntaria (al menos 10% del peso del cuerpo durante seis meses)
¿Qué diferencia hay entre linfoma Hodgkin y linfoma no Hodgkin?
De acuerdo al sitio middlesexhealth.org, la principal diferencia entre el linfoma de Hodgkin y el linfoma no hodgkiniano es el tipo específico de linfocitos que participan en cada uno. El médico puede establecer la diferencia entre un linfoma de Hodgkin y uno no hodgkiniano al examinar las células cancerosas con un microscopio.