Para no pocas personas el dolor de perder a un ser querido es casi irrecuperable, al punto que no pocos sienten que algo en su vida se ha apagado, sumado a ello, en no pocas ocasiones, estas pérdidas vienen impregnadas de etapas de soledad que no hacen sino incrementar la sensación de dolor y sufrimiento. Este fue el caso Dan Peterson (Estados Unidos), un abuelito solitario desde que su esposa falleció, pero su historia se hizo conocida mundialmente en redes sociales como Facebook cuando, sin esperarlo, una niña de 4 años, quien parecía percibir su pena, le pidió un abrazó que le dio un momento de felicidad en medio de la oscuridad que estaba viviendo.
La soledad de Dan
La esposa de Dan falleció y la soledad se convirtió en su amarga compañera, lo que con el tiempo conllevó a una evidente depresión bastante aguda, pero en pleno 2016 tuvo una experiencia que le arrancó una sonrisa a su quebrantado corazón.
Norah: el ángel de Dan
Todo sucedió en una tienda cuando se encontraba comprando diversas cosas cuando, de pronto, se le acerca Norah, una pequeña niña quien, de la nada, le pidió un abrazo. El anciano no solo accedió a esto, también a tomarse unas fotos para inmortalizar el momento.
En dicho momento, la madre de la niña de 4 años, Tara Wood, declaró: “Entonces, posaron juntos y luego se abrazaron como si fueran amigos perdidos hace mucho tiempo”.
Amigos inseparables
Pero esta relación no acabó aquí, pues una vez que la mamá de la menor se enterase del drama que vive Dan decidió que sería buena idea que ambas frecuentaran más al hombre, para que así no se sienta tan solo.
En un principio, ambas partes pensaron que la “amistad” sería de corto aliento, pero nada más alejado a la realidad. La madre de la pequeña acotó: “Él y Norah conversaron como si se conocieran desde siempre. Fue como la cosa más natural del mundo”.
Juntos hasta el final
En adelante se han dado visitas periódicas que van desde cumpleaños hasta visitas semanales; al punto que, tanto Norah como su madre consideran a Dan como parte de su familia, asegurando que estarán a su lado hasta el día que le toque partir.
Esto último se hizo realidad pues, 4 años después de su primer abrazo, es decir, en 2020, Dan Peterson falleció y, curiosamente, su último abrazo lo tuvo de la pequeña Norah un día antes de su último adiós.
“Fue lo primero que hizo cuando entramos. Fue lo último que hizo cuando nos fuimos”, relató Tara Wood a CBS, recordando los buenos momentos con el viudo que, ante la soledad, encontró a dos buenas amigas que le dieron alegría antes de reunirse con el amor de su vida: su esposa.