Un día común y corriente de compras en el supermercado se convirtió en un descubrimiento gigante que un científico nunca olvidará: fue por un poco de leche y terminó encontrando un insecto de la era Jurásica que se cree que desapareció del este de América del Norte hace más de 50 años. Ocurrió en el estado de Arkansas, en Estados Unidos, y la peculiar historia se ha vuelto viral entre los usarios de las redes sociales.
En 2012, Michael Skvarla era estudiante de doctorado en la Universidad de Arkansas cuando vio el insecto gigante en la fachada de un supermercado Walmart en Fayetteville. Según CNN, Skvarla se lo puso en la mano con cuidado y se lo llevó a su casa, donde se olvidó del espécimen durante años.
Más de una década después, y Skvarla, ahora como director del Laboratorio de Identificación de Insectos de la Universidad Estatal de Pensilvania, decidió mostrar a los estudiantes cómo se veía su colección personal de insectos bajo un microscopio. Durante una clase de Zoom en vivo, Skvarla descubrió que lo que una vez etiquetó como el insecto de un día promedio era todo lo contrario.
Una especie de la era Jurásica
“Estábamos viendo lo que el Dr. Skvarla vio bajo su microscopio, y él está hablando de las características y luego simplemente se detiene”, dijo Codey Mathis, candidato a doctorado en entomología en Penn State. “Todos juntos nos dimos cuenta de que el insecto no era lo que estaba etiquetado y, de hecho, era una crisopa gigante muy rara. Todavía recuerdo la sensación. Fue muy gratificante saber que la emoción no se apaga, la maravilla no se apaga. Aquí estábamos haciendo un verdadero descubrimiento en medio de un curso de laboratorio en línea”, contó.
La nueva identificación que Skvarla le dio al insecto fue una crisopa gigante, una especie que se remonta a la era Jurásica y que no se ha visto en el este de América del Norte desde la década de 1950.
Penn State informa que se sabe que la especie tiene una envergadura de alas de alrededor de dos pulgadas, que es mucho más grande que el insecto convencional actual.
La extinción de la crisopa gigante
Los expertos plantearon la hipótesis de que la desaparición del insecto podría estar relacionada con un aumento de la contaminación lumínica o incluso con la supresión de incendios forestales en el este de América del Norte.
“Podrían haber pasado 100 años desde que estuvo en esta área, y han pasado años desde que se vio cerca de ella. El siguiente lugar más cercano en el que se encontraron fue a 1,200 millas (2,000 km) de distancia, por lo que es muy poco probable que haya viajado tan lejos”, explicó Skvarla.
El noroeste de Arkansas se encuentra dentro de una región que los entomólogos consideran un punto crítico de biodiversidad y está relativamente poco estudiada. En cuanto a los restos del insecto, ahora forman parte de las colecciones del Museo Entomológico Frost en Penn State.
“El descubrimiento no siempre tiene el mismo tipo de comprensión sobre las personas que tal vez tenía hace 100 años”, afirmó Louis Nastasi, un candidato a doctorado que estudia entomología en Penn State. “Pero un hallazgo como este realmente destaca que incluso en una situación común y corriente, todavía hay una gran cantidad de descubrimientos por hacer sobre los insectos”.