El matrimonio suele ser uno de los momentos más esperados como especiales para millones de personas, pero para una mujer en China esto tuvo el efecto contrario, pues su boda no solo fue cancelada, también destruyó 32 vestidos de novia como protesta porque no le quisieron devolver su dinero. Su historia se dio a conocer en Twitter, red social donde no tardó nada para convertirse en tendencia.
Boda cancelada, negociación fallida
La historia arranca abril de 2021, pero recién se da a conocer ¿Qué sucedió? La mujer y su pareja habían planeado casarse en octubre de dicho año, pero todo esto cambió cuando ella salió en estado, por lo que se vieron en la necesidad de cancelar la ceremonia.
Pasaron cuatro meses desde que nuestra protagonista (cuyo nombre desconocemos) dejó pagado su vestido de novia. Al cambiar su situación, se acercó a la tienda para explicar lo sucedido y pedir el reembolso del dinero, pero en dicho lugar se negaron de devolver la suma cancelada, lo que provocó la reacción airada de la mujer
Para intentar calmarla, el personal de la tienda le hizo una propuesta: vestirla para celebrar la fiesta de bienvenida de su bebé. En un primer momento, ella se mostró asequible a esta oferta, pero tuvieron que pasar unos meses más para que cambiase de opinión y regresara a la tienda para, nuevamente, pedir su dinero de vuelta.
Anarquía en la tienda de vestidos de novia
Sin embargo, en esta ocasión, ingresó a la tienda llena de furia el pasado 9 de enero ¿Qué hizo? Pues sacó una afilada tijera con la cual se abalanzó sobre los vestidos de novias, los cuales comenzó a destruir.
Al ver esto, el dueño de la tienda, como evidencia, sacó su teléfono celular para grabar el momento. En total, fueron 32 vestidos de novia que la mujer perjudicó, pero también dañó otros artículos. Ante esto, el personal de la tienda no empleó la fuerza en ningún momento, tan solo se remitieron a que desistiera de su actitud violenta.
Arrestada y demandada
La mujer, que parecía incontrolable, tan solo se detuvo cuando arribaron a la tienda efectivos policiales, quienes procedieron a detenerla, además de sancionarla con una multa de 10 mil 500 dólares.
Días después de ocurrido el incidente, la mujer regresó a la tienda. Observada con suspicacia y con temor la atendieron, pero esta vez se disculpó, asegurando que tenía la intención de pagar por todos los daños perpetrados. Se sabe que el dueño aceptó el pedido de disculpas, pero se negó al tema económico, pues la demandó para conseguir mayor dinero del que fue destruido en los vestidos de novia.