Una niña comenzó a vender snacks en la escuela y recaudaba 45 dólares diarios, hasta que los profesores se lo prohibieron. (Foto: Fredy Haydaz)
Una niña comenzó a vender snacks en la escuela y recaudaba 45 dólares diarios, hasta que los profesores se lo prohibieron. (Foto: Fredy Haydaz)
Redacción Mag

Carolina Haydaz es una niña de que, a sus 9 años, había montado un pequeño negocio en su escuela. Gracias a su ingenio, solía ganar entre 4 y 5 mil pesos al día (entre 35 y 45 dólares estadounidenses) vendiendo snacks a sus compañeros durante los recreos; sin embargo, los docentes de la institución se enteraron de lo que hacía y decidieron prohibírselo.

Según Fredy Haydaz, el padre, la idea de su hija de empezar a vender dulces surgió luego de que la escuela prohibiera los kioscos. “Tengo una distribuidora de alimentos y le armé una mochila en base a lo que los chicos querían. Le pedían galletitas, juguitos, snacks, y yo se lo daba. El tema es que en una semana aumentaron las ventas y ya no le entraba en esa mochila. Entonces tuvo que llevar un bolso, dijo el hombre en conversación con el medio local Todo Noticias.

“Le dije que en clase no podía hacer nada porque ahí tiene que prestar atención y estudiar. Ella vendía en los recreos. Lo hizo durante dos semanas”, agregó.

Por ello, se llevó una amarga sorpresa al descubrir que la escuela le había prohibido continuar con su negocio. Y es que, a sus ojos, no había nada de malo, dado que la menor no vendía los productos porque necesitara dinero, sino porque lo tomaba como un juego y le gustaba hacerlo.

Una pequeña que apunta a hacer negocios en el futuro

Fredy es dueño de una empresa de transporte y alimentos y suele recibir la visita de su hija, a quien le enseña a hacer negocios.

“Para nosotros es normal. Ella viene y le enseño teoría y práctica. Por ejemplo a hacer una nota de pedidos, un cheque. O le muestro los camiones, para que vea cuál es el más grande”, explicó. “Hago las cosas como tienen que ser. Le daba la mercadería y le decía cuál era el monto que me tenía que devolver para saldar los productos. Pero no es lucrar, es simplemente que pueda aprender otras cosas más allá de la escuela. Es lo yo entiendo y le puedo enseñar”.

Pese a su disconformidad, el hombre aseguró entender la postula del colegio.

“Dicen que hay un reglamento y no pueden salir de eso. Lo entiendo, aunque en el reglamento no dice que un alumno no puede vender productos en el colegio”, expresó. “Me indicaron que lo puede hacer pero sin dinero de verdad. Me pareció un chiste, los chicos llevan plata al colegio para comprar sus cosas. Aparte mi hija entiende, yo le doy 2000 pesos y ella va al supermercado, busca precios y a la tarde hace una torta riquísima”.

Por otra parte, reveló la reacción de su hija luego de que su negocio se viera truncado: “Dijo que va a poner un mantel afuera y que va a vender lo mismo pero en la puerta de la escuela”.

Ingrid Marcuar, directora del colegio en donde estudia Carolina, aseguró entender que la intención de la menor al comercializar productos al interior de la escuela no es mala, pero que se trata de un acto que va en contra de las reglas de la institución.

“Si cada padre habilita a que su hijo venda acá adentro, ¿qué va ser esto? ¿Una feria? Acá hay un kiosco saludable. Se renta el kiosco a una o dos personas, se les dice qué sí o qué no pueden vender. Y la recaudación es para comprar insumos para la escuela. Nosotros nos dedicamos estrictamente a lo pedagógico”, argumentó.

¿Cuál es la edad mínima para trabajar?

La edad mínima para trabajar en Perú es de 14 años. Sin embargo, la edad mínima para el empleo varía para los diferentes sectores de empleo. La edad mínima es de 15 años para el empleo en las labores agrícolas no industriales; 16 años para trabajar en los sectores de la minería industrial, comercial y de superficie; y 17 años para el trabajo en el sector de la pesca industrial, señala el sitio .

Los adolescentes están autorizados a trabajar sólo después de la autorización previa de los padres o del tutor y si no perturbe su asistencia regular a la escuela. Un certificado médico expedido por los servicios médicos del sector de la salud o de la Seguridad Social, que acredite el bienestar físico, mental y emocional del adolescente para realizar el trabajo también es obligatorio.

Las instituciones responsables de la autorización de trabajo de los adolescentes mantienen un registro especial que contiene la siguiente información: el nombre completo del adolescente; el nombre del padre, tutor o responsable; la fecha de cumpleaños; la dirección y el lugar de residencia; el trabajo desempeñado; la compensación; las horas de trabajo; la escuela de asistencia y el horario de estudio; y el número de certificado médico.

Las horas de trabajo para los adolescentes entre doce y catorce años de edad no deben exceder cuatro horas por día y veinticuatro horas por semana; y para los adolescentes entre quince y diecisiete años de edad no deben exceder seis horas diarias y treinta y seis horas a la semana. El trabajo nocturno (19:00-7:00) está prohibido para los adolescentes a menos de que sea autorizado por el/la juez para los trabajadores entre quince y dieciocho años de edad. Las horas de trabajo por la noche no deben exceder cuatro horas.

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