Jean-Francois Bonnet y Ciara Nolan, una pareja de médicos aficionada al montañismo que vive en Wicklow, Irlanda, decidió un día hacer montañismo por una cadena montañosa cercana. La joven pareja no tenía planeado hacer nada más que subir un par de montañas y disfrutar de la naturaleza, pero se encontraron con una perrita labradora abandonada, lo que les significó que tuvieran que cambiar de planes. Mira esta historia.
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Ya fue extraño encontrarse a un perro en el lugar y la altura a la que habían subido. Pero esto fue secundario cuando notaron el mal estado en el que se encontraba el animal. El cansancio que exhibía el can, causado probablemente por no haber comido en varios días, significaban que estaba debilitada. Al tratar de ayudarle, Jean-Francois Bonnet y Ciara Nolan notaron que la perrita no podía caminar.
Intentaron llevarla en brazos, pero no funcionó:
Aun estaban a cinco horas de camino y un poco más de 10 kilómetros del pueblo más cercano. Usando una bufanda como cabestrillo, la pareja logró fabricar una especie de camilla, con la que consiguieron soportar el peso del animal. Para que la perrita no sufriera en el largo traslado, también la vistieron con el abrigo que habían traído de repuesto.
Al llegar a su casa,
Jean-Francois Bonnet y Ciara Nolan le dieron comida y pusieron a la perrita frente a la calefacción. Al dar aviso a las autoridades, descubrieron que la perrita tenía dueña. Erina O’Shea Goetelen, propietaria del animal, contó a Irish Times lo que pasó: “Cuando llegó a casa, estaba un poco apagada. Creo que sufrió estrés postraumático durante las primeras horas. Está muy feliz y contenta”.