VIRAL | Una escena que ha dado la vuelta al mundo. El español José Antonio Valero ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Torrevieja, en España, tras recibir una brutal paliza que le dejó semiinconsciente. Le costaba moverse, era incapaz de hablar, no podía comunicarse sin dolor. Su mayor consuelo era acariciar la huella de su mascota grabada en yeso, su perrita Mabel.
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El personal médico de la ciudad española de Torrevieja se dio cuenta de este gesto y, por ello, desde el hospital no lo dudaron ni un minuto: José necesitaba el apoyo de su querida mascota para mejorar su salud. Llevaron al paciente en su cama a las afueras del centro médico y le acercaron a su perrita muy cerca de él en uno de los momentos más difíciles de su vida. “Siempre está ahí”, expresa José de su can.
Tras esta sorpresa por Navidad, el paciente comenzó a presentar mejoría. “Está más estable, puede hablar, puede mover una mano y una pierna y se vale por él mismo”, explicaba el personal sanitario del centro médico español. “Los niveles de ansiedad que conlleva el no estar acompañado han mejorado”, añadían en un video que se publicó a través de la página de Facebook del hospital de Torrevieja.
“ José ingresó en la UCI de nuestro hospital, donde permaneció en estado crítico durante 10 días, y nuestros profesionales lograron salvarle la vida. Son muchos los días que lleva ingresado sin poder ver a su familia, ni amigos. Aunque en su corazón está principalmente en su bulldog francés, Mabel, al que no deja de llamar por las noches. Es por ello, que desde el Hospital pensaron que una forma de acercarle el verdadero calor navideño y contribuir a su recuperación era permitirle estar con quien más necesitaba. En uno de sus momentos, sin duda, más duros”, contaron desde el Departamento de Salud Torrevieja.