La comida picante puede atraer a una gran cantidad de seguidores en todo el mundo, pero también hay un sinfín de gente que se niega a enamorarse de ella. A pesar de la sensación de picor que deja en la boca, es bien sabido que este tipo de alimentos y condimentos también tienen muchos beneficios para nuestra salud, como por ejemplo, favorecer la circulación.
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Por supuesto, siempre que no se consuma demasiado ya que puede causar acidez, problemas digestivos, irritación de la piel o ardor rectal. Como se puede ver, hay que ir con cuidado con el picante en la comida. Según los expertos, hay que agregarlo a la dieta moderadamente, pues puede perjudicarnos.
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No obstante, otro problema más inmediato y relacionado con su consumo pone en jaque cada día a los consumidores. A pesar de lo que muchos piensan, recurrir a un vaso con agua cuando la boca arde por el chile es uno de los métodos más ineficaces para acabar con este síntoma. De hecho, incluso lo empeora. Bajo este contexto, ¿a qué remedios caseros debemos recurrir para aliviar los efectos del picante?
Leche y otros productos lácteos
El recurso más famoso es el consumo de leche y productos lácteos. Contienen caseína, una fosfoproteína que neutraliza y previene la propagación de la picazón causada por la capsaicina. Aunque el método más común es elegir una taza de leche, el yogur, la mantequilla, la crema o el queso crema también son muy útiles. Además, las moléculas de estos alimentos no son polares, lo que aumenta su efectividad.
Cítricos
Aunque su ingesta parece mejorar el efecto picante, el hecho es todo lo contrario: compensar el efecto de la capsaicina. Por lo tanto, hay muchos detalles, incluidos los condimentos o condimentos hechos con tales alimentos, especialmente limones y limas. La piña también es una fruta en esta área, ideal para maridar con ensaladas, guisos o pizzas.
Azúcar
Siempre que sea con moderación, el azúcar también puede aportarnos algunos beneficios en lo que al picante se refiere. Ingredientes como la miel o la canela pueden formar parte de nuestra dieta cuando queramos incluir un poco de picante. Además, el efecto se verá multiplicado si mezclamos el azúcar con los productos lácteos. Las verduras y hortalizas ricas en azúcar también ayudar a reducir el picor.
Frutos secos
Comer nueces después de platos picantes o agregar nueces a la receta también puede reducir la picazón causada por la capsaicina. En este caso, se debe a su contenido de grasa. Las opciones más recomendadas suelen ser almendras, cacahuetes, nueces, avellanas, pistachos y anacardos, que son ricos en grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Estos se pueden usar como condimento para ensaladas y guisos.
Pan
Junto a los lácteos, este es otro de los condimentos vinculados a la mitigación del picante, más concretamente una de las sustancias que forma parte de su composición: el almidón. Este puede crear una barrera para mantener a raya la capsaicina en la cavidad bucal, un poder que también reside en alimentos tan comunes como el arroz, las patatas, los cereales, el maíz y la pasta, entre otros.
Alcohol
Otro remedio es disfrutar de una jarra de cerveza o una copa de vino después de ingerir alimentos picantes pues, al parecer, el alcohol diluye la capsaicina que reside en nuestro paladar. Una acción que se multiplica si, además, ambos líquidos están fríos. Eso sí, deben tener más de un 5% de etanol. De lo contrario, su poder será similar al del agua, es decir, inexistente.
TRUCOS DE COCINA QUE TE AYUDARÁN A AHORRAR
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.
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