Las calabacitas o zucchini son un gran acompañamiento para el pollo o carnes. (Foto: LaCamila / Pixabay)
Las calabacitas o zucchini son un gran acompañamiento para el pollo o carnes. (Foto: LaCamila / Pixabay)
Redacción Mag

A la hora de pensar en el almuerzo o cena saludable, muchos recurren a la pechuga de como ingrediente principal. A la plancha, en ensalada o sancochada, siempre es buena opción, pero hay otras alternativas que la hacen más deliciosa, como unirla a verduras y las calabacitas son grandes aliadas.

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El pollo te permitirá seguir con tu dieta saludable, pues es bajo en grasa, mientras que los vegetales acompañan perfectamente a la proteína.

Aquí te dejamos una muy fácil y económica a cargo de para que disfrutes como parte de tu alimentación semanal. Te dejamos el paso a paso de la pechuga de pollo con calabacitas.

Ingredientes:

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  • 4 pechugas de pollo
  • 4 calabacitas en rebanadas largas
  • 2 dientes de ajo
  • 1/2 cucharadita de comino
  • 2 cucharadas de paprika
  • 2 cucharadas de orégano seco
  • 6 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 taza de hojas de betabel o remolacha

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Preparación:

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  • Exprime el ajo en un tazón pequeño. Agrega el comino, la paprika, el orégano y el aceite de oliva.
  • Mezcla y vierte en una bolsa de plástico, salpimienta las pechugas y agrégalas. Marina en el refrigerador durante al menos dos horas.
  • Sella las pechugas en una sartén por ambos lados. Hornéalas por 10 minutos a 180 ºC.
  • Mientras tanto, asa las calabacitas en una plancha caliente y sírvelas acompañando las pechugas. Decora con las hojas de betabel.

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FICHA:

Dificultad: fácil

Tiempo: 20 M

Porciones: 4

Trucos de cocina que te ayudarán a ahorrar

Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.

Al final casi todo se resume en cocinar más y comprar menos productos elaborados. Pero para quienes prefieran una guía un poco más minuciosa, hemos preparado  bien sencillos de empezar a aplicar ya mismo. Apunta estos  y aplícalos la próxima vez que vayas al mercado.

Evita las verduras ya cortadas

Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.

Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos

Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.

Haz caldos

No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.

Busca productos de temporada

El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.

Cortes de carne más baratos

Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.

El truco para que no se te pegue la comida en la sartén

Lava tu sartén antes de usarla

Puede parece un poco obvio, pero a veces el tiempo nos juega en contra. Asegúrate de eliminar el polvo y las impurezas que pueden acumular tus sartenes en los gabinetes de tu cocina, sin importar si es nueva o ya la has usado. Recuerda que mientras más limpia esté mejor se cocinarán los alimentos.

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