Es un alimento que no falta en la mayoría de los hogares gracias a su sabor y versatilidad. Las papas son el ingrediente estrella en deliciosas recetas, pero muchas veces se compran en gran cantidad y cuando se quieren usar ya están podridas. Para que duren por más tiempo y hay diversos trucos de cocina que puedes emplear.
HAZ CLIC: Deliciosas recetas que puedes preparar en el almuerzo
Lo primero que se debe hacer para que el tubérculo dure por lo menos 2 semanas es elegir bien antes de comprar. No debe tener golpes, la cáscara rota o reseca. Además, para reconocer una papa en mal estado basta con tocarlas. Si están blandas, tienen crecimientos a través de la piel o se decoloran, han empezado a malograrse.
Trucos de conservación
- Guárdalas en un lugar fresco que no esté expuesto a la luz o humedad, lejos de la luz solar (hará que se vuelva amarga y de tono verdoso) y los electrodomésticos.
- Nunca se deben refrigerar porque causará cambios en su textura y sabor. El almidón se convertirá en azúcar, lo que le dará dulzor y ayudará a que se oscurezcan muy rápido al freírlas.
- No las dejes en la bolsa de plástico, lo mejor es una de rejilla para favorecer la transpiración y hay quienes recomiendan meterlas en una bolsa de papel marrón.
- Solo lava las papas antes de usarlas, pues la humedad las daña y produce moho.
- No guardes las papas cerca a las frutas. Algunas liberan la sustancia llamada etileno, responsable de acelerar los procesos de maduración.
- No dejes papas cortadas para usarlas luego. Lo mejor es sumergirlas en un bowl con poca agua fría. Desde ‘La Opinión’ detallan que así alargarás su vida por un par de días.
- Si compraste muchos kilos de patatas, lo ideal es conseguir una caja grande de cartón y cubrir el interior con papel periódico. Los expertos de ‘Directo al paladar’ aconsejan colocarlas dentro y echarles pimienta negra para protegerlas de los insectos. Cubrirlas con más periódico y llevarlas a un lugar seco y fresco.
Trucos de cocina que te ayudarán a ahorrar
Muchas veces ahorrar es mucho más fácil de lo que creemos. La clave es comprar bien y barato, planificar lo que se hará en la cocina y no desechar nada. Recurrir a alimentos económicos y sanos como las verduras y preparar en cantidad, siempre pensando en nuestro presupuesto de guerra.
Evita las verduras ya cortadas
Ser un poco perezoso en la cocina suele salir caro, así que a la hora de ahorrar lo primero es tener un cuchillo y demostrarte a ti mismo que eres capaz de cortar esa cebolla o zanahoria. No te harás millonario, pero si practicas mucho eso del corte puede que te ahorres algunos centavos para un gustito.
Nada de desechar verduras y frutas: cremas y batidos
Aquí no se desperdicia nada, como diría la abuela, y más si queremos ahorrar. Las frutas y verduras que estén un poco marchitas pueden tener una segunda vida en forma de sustanciosas cremas y refrescantes batidos. ¿Un plátano mustio? A la batidora con un yogur y tenemos un delicioso batido.
Haz caldos
No sólo como ingrediente para otras preparaciones, sino para improvisar una sopa salvadora. Comprarlo hecho no siempre es buena idea. Pon un día la olla y preparar unos litros de caldo para, de paso, aprovechar algunas de esas verduras que ya no están para aguantar más tiempo.
Busca productos de temporada
El sentido común es básico a la hora de hacer las compras y pensar en el menú de la semana o el mes. Si somos de ir al mercado será fácil saber qué está de temporada porque será lo más económico. A partir de ahí, sólo hay que pensar qué cocinar con eso que hemos comprado a buen precio en el supermercado.
Cortes de carne más baratos
Ser carnívoro también es compatible con ahorrar. Es más cuestión de saber comprar que de saber cocinar y tener claro que no siempre los cortes más caros son los más exquisitos. ¿Has probado los contramuslos de pollo? Mucho más barato y sabrosos para, por ejemplo, acompañar con un cremoso puré de papas.