En los últimos meses, los escolares se han adaptado a una nueva metodología de enseñanza a través del mundo virtual y los padres han tenido que acompañar este proceso siendo ‘profesores’ y desarrollando el home office a la vez. Es aquí donde muchos olvidan o dejan de lado la importancia del recreo y del juego en familia como motivación para que los más pequeños sigan entusiasmados frente a la computadora, tablet o smartphone.
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Y es que al llevar las clases en casa, el compartir con los amigos, la socialización y los momentos de diversión en el patio del colegio han quedado atrás. Es por eso que los especialistas destacan la importancia de crear este ambiente en el hogar para fomentar la distracción, aprendizaje y desarrollo, además que permite a los padres reforzar vínculos con sus hijos.
Tener espacios para desfogar la energía, despejar la mente y desconectarse de la actividad educativa que llevan por varias horas, es vital para mejorar el rendimiento escolar y estar más concentrados durante las clases. Aquí te dejamos algunos beneficios de que tus hijos jueguen en casa tal como lo hacían con sus compañeros.
Disminuye el estrés
Jugar es la forma favorita del cerebro para aprender. Destinar un momento de recreo para los menores, ya sea mediante juegos lúdicos o actividad física, resulta relevante para soltar toda la carga mental que se tenga y, a su vez, aprender en otros ámbitos. La experta en psicopedagogía, Milagros Zavaleta, explica que “el simple hecho de jugar permite a los escolares generar dopaminas y estimular endorfinas, permitiéndoles ser más felices”. Ella recomienda realizar actividades que involucren movimiento como pasarse la pelota, juegos cooperativos con cuerdas, entre otros.
Impulsa el desarrollo cognitivo
El buen aprendizaje no solo proviene de la cantidad de información obtenida, sino también de las pausas activas que se tengan durante el día. “Es importante que diariamente se destine de 15 a 20 minutos aproximadamente para el recreo, apostando por una actividad distinta para lograr descomprimir mentalmente a los niños”, agrega la especialista que promueve la campaña #ElRecreoEsDeTodos de Tetra Pak.
Ayuda en el aprendizaje de normas sociales
El espacio de recreo ayuda a comprender más las perspectivas, a tomar decisiones y aprender sobre reglas comunes. Compartir un mismo espacio con otras personas favorece el lograr acuerdos, así sea un juego simple, esto ayudará a definir, por ejemplo, quién ganó o quién perdió en base a parámetros ya establecidos como grupo.
Mejora el vínculo familiar
Jugar en familia fortalece el vínculo entre padres e hijos. Generar este hábito, forma adolescentes más cercanos a sus padres y con más confianza. Estas actividades permiten conocer los gustos, emociones y sentimientos de los niños.
Los representantes de la juguetería sostenible Liebe Bär explican que tener una hora al día para jugar y compartir en familia, permite a los padres ser el modelo a seguir de sus hijos. En este espacio de juego, es importante inculcarles desde niños el juego limpio, respetar reglas y normas, ganar con honradez, entre otros.
El juego en familia no debe ser una obligación, si no, por el contrario, divertido y relajante, esto permitirá que el cerebro tanto de los niños, como el de los adultos, genere endorfinas o también llamada “la hormona de la felicidad” y se lleve de mejor manera la pandemia del coronavirus desde casa.