En muchas ocasiones, las personas tienden a confundir estos trastornos gastrointestinales que se caracterizan por afectar el revestimiento del estómago y actuar de manera errónea al momento de cuidar su salud y dejar de lado los excesos que tanto daño nos hacen. Hoy te explico, de la mano de la doctora Monica Dorvil-Bello, cuál es la principal diferencia entre la gastritis y las úlceras gástricas y los riesgos de cada una.
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Por primero que hay que saber es que la gastritis consiste en una inflamación del revestimiento del estómago, mientras que la úlcera es una herida o lesión que aparece al interior del estómago y la parte superior del intestino delgado. “Es una herida abierta o llaga, lo que la convierte en una enfermedad más grave”, explica la especialista en medicina interna y obesidad.
Los síntomas de alerta de la gastritis y úlceras gástricas
Monica Dorvil-Bello explicó en el espacio ‘El minuto de salud’ del programa ‘Hoy Día’ de Telemundo que la gastritis se caracteriza por un “dolor o molestia en la parte superior del abdomen o boca del estómago, náuseas, vómitos, sensación de saciedad después de comer y, en algunos casos, sangrado estomacal”.
Desde la biblioteca médica Medline Plus agregan que en el caso de la úlcera, el dolor puede “aparecer entre comidas o durante la noche, desaparecer después de comer algo o de tomar un antiácido, durar minutos u horas o ir y venir por varios días o semanas”.
Aquí es importante tener en cuenta que “la gastritis crónica no tratada o mal manejada puede debilitar el revestimiento del estómago permitiendo que los ácidos digestivos provoquen una úlcera”.
Otro detalle a tomar en cuenta es que “la causa más común es la infección por una bacteria llamada Helicobacter pylori. Otra causa es el uso prolongado de antiinflamatorios no esteroides, tales como la aspirina y el ibuprofeno. El estrés y las comidas picantes no causan úlceras, pero pueden empeorarlas”.
¿Qué hacer para evitar la gastritis y úlceras gástricas?
Para evitarla es esencial dejar de lado el consumo excesivo de alcohol y tabaco, reducir el uso de antiinflamatorios, alimentos picantes o irritantes, grasas, cafeína y manejar el estrés adecuadamente.