En el hogar se cuenta con una gran cantidad de electrodomésticos que cumplen diversas funciones y que hacen la vida más simple. Uno de los más usados es el horno microondas porque permite calentar rápidamente los alimentos, preparar ciertas recetas y hasta quitarle el hielo a carnes o pollo; sin embargo, este último hábito no es del todo recomendable y la razón la ves reflejada en tu recibo de luz, ¿por qué descongelar te consume tanta energía?
Si bien existe un botón especializado para esta función, el proceso, aunque solo demora un par de minutos, representa un gasto energético considerable. Es por esto que solo debería usarse en casos de emergencia o cuando olvidaste por completo sacar las presas del congelador y ya tienes que cocinar.
Si te preguntas qué trucos realizar para disminuir considerablemente el costo de la factura de la luz al utilizar tu horno microondas y lograr un ahorro energético, aquí te explicamos el principal hábito que podrías dejar de realizar a la hora de emplear este electrodoméstico muy común en los hogares.
Cómo descongelar alimentos sin consumir tanta luz
La mejor técnica para poner en práctica cuando quieres descongelar tus alimentos es bajarlos de la congeladora al refrigerador. Así aprovecharás la inercia térmica que quiere decir que al meter algo congelado en el frigorífico, desprenderá frío y el electrodoméstico consumirá menos energía.
Si bien es un proceso mucho más lento, no lo verás reflejado en tu recibo y lo mejor es hacerlo una noche antes. Otra alternativa es dejar la comida fuera del refrigerador, pero cuidando que no se malogre por el clima.
Si luego de conocer este dato te preguntas cuánta energía consume tu microondas, te contamos que la potencia de este aparato depende de su capacidad. Será 900 Watts en los de 28 litros y hasta 1500 Watts para los de 32 a 40 litros. Otra métrica que debes conocer es que por cada 10 minutos de uso se consume 0,15 kWh en los hornos pequeños y 0,25 kWh en los hornos grandes.
Para ahorrar energía también es bueno que tengas tu electrodoméstico en buenas condiciones. Una limpieza interior, verificar que la puerta cierre bien, no usar accesorios de cocina no aptos para microondas y seguir las indicaciones del fabricante son importantes pasos a realizar para que no consuma demasiada energía.
Y si hablamos de cómo limpiarlo por dentro, pues hay un método para su aseo rápido y cuidadoso, pues recuerda que los restos de comida y los olores de los alimentos pueden quedar impregnados en las paredes del aparato eléctrico, especialmente tras darle mucho uso. Para esto necesitarás poner un tazón o taza con agua al interior del microondas, algunas rodajas de limón y prender el artefacto por 5 minutos. El vapor se impregnará en todo el interior y con un paño limpia los restos de alimentos, suciedad de las paredes y base del electrodoméstico.
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