¿Por qué los perros y los gatos suelen comer hierba durante sus salidas, a veces para vomitar unos minutos más tarde? Un mito dice que lo hacen para purgarse, pero no siempre es así como cree la mayoría de gente. ¿O acaso sus mascotas siempre vomitan después de comerla? ¿Y por qué no suelen mostrar síntomas de estar mal antes? Aquí te contamos por qué hacen eso.
La mayoría de los dueños de gatos dirá que si su mascota come hierba y luego vomita significa que tiene problemas estomacales y se está purgando. Eso no siempre es así. En realidad, los felinos, esas mascotas tan sigilosas a las que nunca vemos satisfacer sus necesidades fisiológicas, comen hierba todo el tiempo.
Investigadores de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de California (EE.UU.) realizaron una investigación donde más de mil dueños de gatos pasaron al menos tres horas al día observando el comportamiento de sus mascotas. Como sospechaban muchos, comer hierba es un hábito muy común: el 71% de los animales lo hicieron al menos seis veces durante el período de observación, mientras que el 61% de los animales excedió diez veces. Solo el 11% de las personas no tienen una dieta vegetariana.
Con respecto al vómito, el número de gatos mayores (30%) que vomitó después de tragar hierba fue casi tres veces mayor que el de los gatos jóvenes (11%). Los científicos han descartado otra suposición muy frecuente entre la gente: comer hierba ayuda a los gatos a expulsar las bolas de pelo. En un artículo publicado en el Congreso de la Sociedad de Ética Aplicada celebrado en Noruega en 2019, los investigadores concluyeron que el vómito es solo el resultado del pastoreo y no el objetivo como tal.
Comer plantas es instintivo, y hacerlo es un beneficio evolutivo para los gatos. Extensas investigaciones de carnívoros salvajes han demostrado que generalmente comen plantas, lo que puede confirmarse al observar restos de plantas no digeridas en sus heces. Los estudios en primates han demostrado que la ingestión de plantas no digeribles eliminará el sistema intestinal de parásitos de gusanos.
Dado que prácticamente todos los carnívoros salvajes sufren una carga de parásitos intestinales, el consumo regular e instintivo de plantas tendría un papel adaptativo para mantener una carga tolerable de parásitos en su sistema digestivo, independientemente de que el animal detecte o no los parásitos.
¿Y los perros?
El autor principal de la ponencia realizada en Bergen entre el 5 y 9 de agosto del 2019, Benjamin L. Hart, encontró en un estudio del 2008 que los animales más jóvenes aprenden a comer plantas de los adultos. En esa investigación, el equipo también descubrió que los perros rara vez presentaban enfermedades antes de comer hierba y que el vómito era una consecuencia relativamente rara de comerla.
Además, la investigación también concluyó que la frecuencia de ingerirla no estaba relacionada con la dieta del perro o con la cantidad de fibra que engullía, lo que sugiere que no estaban tratando de compensar alguna deficiencia dietética.
Sea como fuese, Hart y su equipo plantean la hipótesis de que los animales más jóvenes comen más hierba porque su sistema inmunológico no es tan bueno para mantener a raya a los parásitos, y porque el estrés nutricional es más perjudicial para los animales en crecimiento que para los perros y gatos adultos.
El resultado es que comer hierba no es una señal obvia de que los animales están enfermos. Más importante aún, incluso el dueño más diligente no puede evitarlo. Este es un comportamiento instintivo. El equipo de investigación sugiere que la mejor solución es garantizar que nuestras mascotas reciban regularmente plantas no tóxicas para masticar.
¿Por qué los perros se revuelcan en el césped o la cama?
Hay muchas razones para este clase de conductas . A continuación te contaremos por qué tu mascota hace eso durante sus paseos al aire libre.
Aunque este comportamiento puede ser natural para un perro, si aparece con mucha frecuencia, puede ser un indicio de que tu engreído está sintiendo demasiado picazón y, al revolcarse en el suelo o grama, encuentra un alivio para su molesta comezón. Por lo tanto, es importante tener en cuenta este hábito para descartar posibles causas negativas como la infección de parásitos o alguna reacción alérgica a la piel.
Por supuesto, te sugerimos que revises la piel y pelaje de tu cachorro. Si encuentras algún problema, no dude en consultar a su veterinario de confianza. Pero a continuación, presentamos las principales razones de comportamiento que pueden explicar por qué su perro está revolcándose por el césped del jardín.
Por qué mi perro estornuda
De seguro te ha pasado que todo es silencio en casa cuando de pronto se escucha un estornudo y el que está a tu lado es tu mascota. Al igual que en los humanos, esto tiene muchas causas y, por lo general, no suele ser una situación grave en los perros.
El estornudo se debe a la inhalación de cuerpos extraños o la presencia de una sustancia irritante en su nariz o garganta y que busca expulsar. En esta nota detallamos las causas por las que un can puede sufrir de estornudos y cuándo saber si es una señal de alarma.
Resfriado
Los perros también pasan por este cuadro como los humanos y la irritación de las vías respiratorias superiores hacen que presenten tos o secreciones mucosas. Esta condición se le pasará en pocos días y de no ser así, es mejor llevarlo al veterinario.
Alergia
Si tu perro estornuda cuando come o está cerca del polen, polvo, flores, moho, hierba, humo del tabaco o productos de limpieza del hogar, puede ser alérgico a ellos y al estornudar busca eliminar las sustancias que han entrado por su nariz.
Enfermedades respiratorias
Un virus puede ser el causante de que tu perro tenga constantes estornudos. Para saber que está sufriendo este proceso hay que prestar atención a otros síntomas como ojos o glándulas linfáticas hinchados, tos, moco, dificultades para respirar o cansancio.
Esto es el indicador de que tu mascota puede estar padeciendo de asma, bronquitis, neumonía, faringitis, moquillo, entre otros males, por lo que si estornuda mucho y se ahoga, debe recibir tratamiento cuanto antes.
Ácaros en la nariz
Los ácaros no solo afectan a las personas, sino también a los perros pues pueden alojarse en su nariz y causarles mucha picazón, lo que conlleva a los estornudos.
Estos pueden ingresar mientras excava en la tierra con su cara o si se acerca mucho a otro perros que está invadido por ellos.
Infecciones bucales
Otra de las causas más graves es que tu ‘hijo de cuatro patas’ esté sufriendo una infección dental que le provoca una infección respiratoria y constantes estornudos. Un mal olor en la boca, inflamación en sus encías o bolsas de pus son señales de alerta.
Tumores
Un tumor intranasal ocasionará que tu perro estornude mucho y cuando más crezca, será más constante. Si expulsa algo de sangre por la nariz, hay que llevarlo al veterinario para un correcto diagnóstico.
Un estornudo que no es estornudo
A veces, tu perro puede estar resoplando por un exceso de kilos que le causa dificultad para respirar. También se puede tratar de un estornudo inverso que les produce como un sonido de ronquidos y ahogamiento. Esto también es pasajero y en cuanto se calman se les pasa y podemos ayudarles masajeándoles la tráquea para relajarla. Es más común en perros de razas pequeñas y razas braquiocefálicas.
Cómo saber detectar si tu perro o gato está enfermo
Desánimo y desinterés
Uno de los primeros síntomas a tener en cuenta es si el gato o el perro reduce, de la noche a la mañana, su nivel de actividad o come menos. La apatía, la falta de interés y las pocas ganas de jugar o interaccionar con las personas pueden ser una primera señal de alerta.
Temperatura corporal
Gatos y perros tienen una temperatura corporal distinta a la de los humanos. Su temperatura corporal normalmente oscila entre los 38 y los 39 grados. Si se puede colocar el termómetro al animal, que no es fácil, y aparece un temperatura por encima de los 39, acude al veterinario de inmediato.
Observar los ojos
Es un buen indicador de su estado de salud. Hay secreciones lacrimales, no obstante, que son normales, siempre que no sean de color verde o amarillo. Hay razas más predispuestas a las secreciones lacrimales, como los perros yorkshire o el maltés.
Hay animales que parpadean muy a menudo o que no pueden abrir un ojo, lo que denota molestias o dolor. En caso de observar estos síntomas, se recomienda acudir al veterinario.
Problemas digestivos
En los gatos no es raro que el animal vomite puntualmente. Otra cosa bien distinta es si el gato vomita cuando ingiere comida o incluso tan solo bebiendo agua. Si sucede esto, hay que acudir al veterinario.
Hay animales que sufren diarrea ocasionalmente cuando se les cambia el pienso o su comida habitual, o que presentan heces muy blandas. Tampoco hay que preocuparse. Si el perro o el gato además de vomitar o tener diarreas se muestra apático y cansado, sí que hay que consultar con un especialista.
¿Cada cuánto llevar a tu perro al veterinario?
Las visitas al veterinario deben ser cada 6 meses para realizar un chequeo regular y al menos una vez al año para una profilaxis dental. Los especialistas de Purina, marca de alimento para mascotas de Nestlé, destacan que también es importante establecer un cronograma de baño (cada 20 días o según recomendación veterinaria), un programa de desparasitación y de vacunación, y cumplirlo. Incluso, podemos pedirle a nuestra veterinaria que nos notifique unos días antes para poder programar estas tareas.
Si el perro goza de buena salud se pueden programar visitas con cierta periodicidad en función a su edad.
- Cachorros hasta su primer año: es conveniente acudir con frecuencia, por lo menos una vez al mes para ponerle las vacunas y realizar la desparasitación.
- Perros adultos hasta los 10 años: una vez al año es lo más conveniente para que pase los controles rutinarios como revisión de la boca, ojos, oídos, piel, uñas, pelaje, pulmones, corazón, tensión arterial, sangre, heces, orina, etc.
- Perros mayores de 10 años: cuando la mascota empieza a envejecer, hay que preocuparse más por su salud y las visitas deben ser más frecuentes. Dos veces al año es lo mejor para estar alertas a la presencia de una posible enfermedad.
Cómo hacer que mi perro vomite
Los especialistas son enfáticos en afirmar que no se debe hacer si desconocemos la sustancia que ha ingerido, pero sí proceder si consumió antiinflamatorios no esteroideos como la aspirina, el paracetamol, el ibuprofeno o el ketoprofuneno o sufrió una intoxicación por plantas, incluyendo marihuana, o por metilxantinas.
Si estás en una situación de emergencia con tu pequeño y necesitas aplicar primeros auxilios porque no logra vomitar por sí solo, aquí te dejamos el paso a paso de lo que debes hacer.
Desde El Español recomiendan darle agua oxigenada. Eso sí, debes saber el peso de tu perro pues debes suministrar solo una cucharada por cada 4,5 kilos, es decir, si pesa 20 kilos será 2-3 cucharadas. Se la puedes dar en una jeringa o mezclada con su agua. Deberás esperar 15 minutos a que vomite, si no lo hace puedes dar otra dosis.
Es importante recoger el vómito para que el veterinario lo analice y estar alerta a las reacciones del perro.
¿Qué hacer si mi perro sufre de insomnio?
Al igual que los humanos, a cierta edad los perros comienzan a sufrir de algunas enfermedades como la pérdida de visión, el atrofio de sus articulaciones y el mal funcionamiento de algunos de sus órganos internos. Sin embargo, en lo que más se parecen a las personas es que también pueden desarrollar problemas tan comunes como el insomnio.
Una vez identificado el problema principal por el cuál nuestra mascota no puede dormir (ruidos, empacho, temperatura), es necesario hacer las acciones correctas para solucionarlo:
- ENFERMEDAD: lo más urgente es que, si el veterinario identifica una enfermedad o dolencia que le impida dormir, medicarlo de acuerdo a las instrucciones del profesional o incluso llevarlo a hacer las pruebas necesarias para descartar un mal extremo.
- SITIO: si el can se ve inquieto y no sabe donde echarse para dormir o se esconde en lugares incómodos, es posible que la temperatura del lugar le esté molestando mucho. Cambiarlo de lugar o crear una zona con las condiciones ideales podría ser la solución definitiva del problema de insomnio.
- EJERCICIO: aún si el cambio de sitio no funciona, puede que el perro necesita más ejercicio. Hacer alguna actividad física lo cansará y esto provocará que se quede dormido. El ejercicio es vital para los perros y los ayuda mucho a conciliar el sueño porque están cansados y felices.
- ALIMENTOS: al llegar la noche, evita que tu perro coma mucho o incluso que no ingiera nada. Un estómago lleno haría que el can no pueda dormir y esto le incomoda mucho por tener la digestión lenta.
- RUIDOS: junto al cambio de sitio, verifica que donde esté los perros no tengan constantes distracciones sonoras o que estas no sean muy fuertes. Ellos tienen el oído más desarrollado y puede que cualquier cosa los moleste o los ponga en alerta.
- RUTINAS: todos los perros necesitan rutinas. Su instinto les indica constantemente qué tiene que hacer y cuando no se respeta eso tienden a sentirse muy incómodos. Saca a pasear a tu perro a las mismas horas, dale de comer en horarios fijos así como el juego o ejercicio. Esto le ayudará a saber en que momento dormir y cuando estar con mas energías para aprovechar sus horas de actividad.
Por qué y cómo cepillar los dientes de tu perro a diario
Si no se mantiene una buena higiene y de forma regular, el perro puede perder piezas dentales. Lo más recomendable es limpiarlos una vez al día.
Para eso necesitarás un cepillo y pasta de dientes específicos para perros y gatos que puedes adquirir en la veterinaria o centro especializado en animales. También se puede recurrir a líquidos que se mezclan con el agua y ayudan a mantenerlos limpios o productos en sprays para aplicar en las encías. Nunca utilices productos para humanos. Sigue estos pasos:
- Levanta el labio superior de un lado y empieza a cepillar con movimientos circulares.
- Limpia hasta la línea de la encía y cada uno de los dientes superiores e inferiores.
- Retira el exceso de dentífrico con agua y una toalla. No olvides hacer todo con mucho cuidado y despacio.
Por qué los perros comen papel higiénico
Muchos de los comportamientos destructivos de los canes tienen que ver con algún trastorno de conducta, pero no es lo único que los motiva a portarse mal. Aquí te dejamos algunas alternativas para que evalúes qué le puede estar pasando a tu ‘hijo de 4 patas’.
Estrés, ansiedad o aburrimiento
La ansiedad que le genera el quedarse la mayor parte del día solo, el aburrimiento o estrés al no tener la actividad física que necesita, pueden ocasionar que tu perro muerda los muebles, destruya zapatos o se robe el papel higiénico.
Esta actitud de querer desfogar la energía acumulada se presenta tanto en cachorros como en perros adultos. También puede significar un intento de llamar tu atención.
La solución está en sus paseos diarios, al menos 2 veces, y ejercicio constante como jugar, correr, ir por la pelota, caminar, entre otros.
Problema de salud
El que coma papel higiénico también puede responder a la presencia de ciertas enfermedades. Gastritis crónica, dolores estomacales, diabetes o cáncer gastrointestinal puede tener como síntomas la ingesta de este u otros objetos como una reacción a querer aliviar las molestias.
Si esta actitud no es común en tu mascota, no hay nada mejor que llevarlo al veterinario para una revisión y descartar cualquier daño a su salud.
Déficit de nutrientes
Hay quienes asegurar que al cambiar de marca de comida, el can puede sentir una carencia nutricional y por eso come papel.
Esta nota se publicó originalmente el 30/07/2020 y se actualizó por última vez el 04/08/2020
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