Un gran grupo de personas que tiene como meta bajar de peso recurre a las redes sociales o consejos de amigos para empezar a probar diversos tipos de dietas, el ayuno intermitente, entre otras propuestas, antes de pensar en buscar a un nutricionista para armar un correcto plan de alimentación que no solo resulte beneficioso para la salud, sino que se adecúe a su estilo de vida. Es aquí donde hay trucos que se pueden tomar en cuenta para no fallar en el intento.
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Para ello debemos entender que la mejor dieta, no es la que tiene resultados prometedores en alguien que se conoce, si no aquella que podemos continuar nosotros en nuestra rutina del día a día. ¿De qué sirve tener un papel con indicaciones si se nos hace imposible seguirlas? La adherencia a la dieta; esa capacidad de poder seguir las recomendaciones con fluidez y constancia es indispensable, e incluso es un indicador de que la dieta será exitosa.
Para saber si un determinado régimen alimenticio va contigo, la nutricionista de Elemental Salud, Macarena Salinas, recomienda seguir estos 3 pasos básicos antes de tomar una decisión:
1. Conocernos: El autoconocimiento es la herramienta de cambio más poderosa que tenemos. Es por eso que debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Qué alimentos son los que más me gustan? Si nos encantan las pastas y el pan, sin lugar a duda una dieta ketogénica no debería de estar en nuestros planes. ¿Qué tipo de patrón de alimentación es el que te hace sentir más cómodo? ¿Te gusta comer varias veces en un día o prefieres tener solo dos comidas principales abundantes?, ¿En qué nivel de prioridad se encuentra este cambio de alimentación?
2. Llevar la teoría a la práctica e identificar si la dieta se puede implementar en tu situación actual: ¿Qué tan ocupado estoy? En el caso de la dieta limpia, ¿tengo disponibilidad de tiempo para cocinar tres veces al día o es irreal querer eliminar por completo todos los productos procesados? ¿Cuál es mi presupuesto? ¿Cuánto puedo destinar de dinero a comidas especializadas para el tipo de dieta que quiero llevar? ¿Tengo el conocimiento suficiente para poder realizar los cambios por mi cuenta o necesito del acompañamiento de un nutricionista?
3. Diferenciar entre la incomodidad del cambio y el sufrimiento: Como todo cambio, al inicio suele generar algo de incomodidad y eso es normal. Nadie dice que enfocarnos en nuestra alimentación se tiene que sentir fácil y fluido todo el tiempo, pero hay una gran diferencia entre la incomodidad y el sufrimiento. Si sufres tan solo de pensar sobre estos cambios y piensas que podrías fallar en el intento, entonces esta dieta no es para ti. Recuerda que la salud es el completo estado de bienestar físico, psicológico y social y no solo la ausencia de enfermedades.
Como consejo final, la especialista recomienda que se debe tener en cuenta que antes de iniciar cualquier cambio en tu alimentación pregúntate si es algo que podrás seguir por un largo periodo de tiempo sin mayor estrés psicológico y si podrías llevar tus días con normalidad sin sacrificar tu desempeño, solo así aprenderás a adaptar una alimentación saludable a tu vida y no tu vida a una dieta.