El ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, programado para el lunes 20 de enero, supondrá grandes cambios con respecto al accionar del gobierno sobre los inmigrantes indocumentados y los lugares que hasta ahora les sirven como refugio y protección. Las nuevas medidas que alista el electo mandatorio harán que los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) puedan detener a estas personas sin papeles dentro de distintos recintos públicos y privados.
Los planes de Trump avalarán a los agentes a detener indocumentados en escuelas, hospitales y espacios de culto religiosos, sin previa autorización de los supervisores o encargados de turno. Actualmente, la ley de ICE permite a los inmigrantes sentirse seguros en estos espacios. Sin embargo, modificar esta política, sería un completo obstáculo para las personas afectadas, lo que limitaría sus movimientos en las calles.
Esta normativa vigente comenzó durante gobierno de Barack Obama en 2011 y en la que protegía a los inmigrantes ilegales -al menos- en estos espacios sensibles. Los agentes no podían detenerlos a menos que hayan sido autorizados por sus supervisoras, cuestión que ahora Donald Trump buscaría revertir y darle mayor libertad a sus colaboradores.
De acuerdo a la NBC, el gobierno de Trump permitirá eliminar desde el primer día estas restricciones, bajo la premisa de que intentarán acelerar las deportaciones masivas a fin de reestablecer la autoridad de las fuerzas del orden. Durante el periodo de Joe Biden, estos “lugares sensibles” se habían ampliado a parques infantiles, refugios para personas sin hogar, centros de respuesta de emergencia, lugares contra la violencia doméstica, entre otros.
PREVÉN UN GRAN PROBLEMA
La intención de Donald Trump de revertir estos lugares como “espacios seguros” para los inmigrantes ilegales sería un gran problema de políticas públicas. De acuerdo a Lee Gelernt, abogado de la Unión Americana de Libertadores Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), es necesario que existe un equilibrio en la aplicación de la ley y no una medida desproporcional a favor de los agentes del servicio migratorio.
“Creo que hay líneas que no debemos cruzar como sociedad por razones de humanidad y también por razones de política pública. Si alguien tiene una enfermedad contagiosa, quieres que vaya a urgencias. No quieres que no vaya porque teme ser arrestado. Si son testigos de un crimen y van a venir a testificar para meter a alguien en la cárcel por un delito grave, quieres que se presenten como testigos. Pero si tus agentes van a estar en el juzgado buscando a alguien para arrestarlo, entonces no van a aparecer para ser testigos. Así que creo que es una mala política pública decir a los inmigrantes”, declaró Gelernt en CNN.
La abogada de inmigración Elizabeth Uribe enfatiza en que los inmigrantes deben conocer sus derechos. “Hay que recordar que todas las personas, a pesar de su estatus migratorio, tienen derechos. Especialmente las personas que jamás han tenido contacto con inmigración. Uno tiene el derecho de pedir ver al juez de inmigración, de presentar un caso y obtener un abogado”, dijo en CNN.
La letrada y experta en leyes migratorias aconseja, en caso de que sea detenido un inmigrante indocumentado, hablar poco y con la verdad. “Lo que es importante en este momento es que la comunidad sepa que si estás en una familia mixta debes de tener un plan con tu familia, que si uno de ellos llega a ser detenido tengan ya a un abogado a quien contactar. Si eres una mamá soltera que no tiene estatus o una familia en donde ambos padres no tienen estatus, hacer un plan con una carta poder en donde autorizas a otra persona, puede ser una amistad o vecino, de hacerse responsable de tus niños hasta que tu situación se resuelva”, añadió.
Contenido Sugerido
Contenido GEC