La Casa Blanca ofreció a los empleados federales una manera sencilla de renunciar: con licencia pagada hasta el 30 de septiembre (Foto: AFP)
La Casa Blanca ofreció a los empleados federales una manera sencilla de renunciar: con licencia pagada hasta el 30 de septiembre (Foto: AFP)
Enzo Mori

El gobierno de ha lanzado una oferta sin precedentes para los trabajadores federales de Estados Unidos: una indemnización de hasta ocho meses de salario y beneficios si renuncian antes del 6 de febrero. La medida fue anunciada por la Oficina de Administración de Personal (OPM) y busca reducir el tamaño de empleados y generar un ahorro de hasta US$100,000 millones.

El incentivo está dirigido a los dos millones de trabajadores federales de tiempo completo, excluyendo al personal militar, al Servicio Postal y a aquellos que trabajan en inmigración o seguridad nacional. Para muchos, esta compensación es una oportunidad para reorientar su carrera; sin embargo, para otros simboliza el comienzo de una crisis en los servicios públicos.

Miles de trabajadores federales se quedarían sin empleo si aceptan la oferta (Foto: AFP)
Miles de trabajadores federales se quedarían sin empleo si aceptan la oferta (Foto: AFP)

HAY PREOCUPACIÓN POR LO QUE PUEDA PASAR

La propuesta podría traducirse en un alivio para las arcas del gobierno desde el punto de vista financiero, especialmente si entre el 5% y el 10% de la fuerza laboral decide aceptar la oferta. Pero hay quienes advierten que este recorte masivo de personal podría traer más problemas que soluciones, afectando la operatividad de instituciones clave.

La Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE) reveló su preocupación por lo que considera una estrategia que “causará caos” en los servicios federales. Everett Kelley, presidente nacional de AFGE, indicó que la cantidad de funcionarios públicos no ha aumentado significativamente desde 1970, pero la población que depende de los servicios gubernamentales sí lo ha hecho. Reducir la plantilla podría afectar la eficiencia del gobierno y generar consecuencias.

El debate sobre la reducción del gobierno ha sido un tema recurrente en la política estadounidense. Mientras algunos ven la medida como una estrategia necesaria para optimizar recursos y reducir costos, otros consideran que el retiro masivo de empleados podría debilitar las agencias gubernamentales y afectar negativamente a millones de ciudadanos.

Este movimiento se alinea con otras medidas que el presidente ha tomado desde que asumió el cargo el 20 de enero. Entre ellas, la firma de órdenes ejecutivas que exigen el retorno al trabajo presencial al menos cuatro días a la semana y la congelación de nuevas contrataciones en el gobierno federal.

Queda aproximadamente una semana para el 6 de febrero y la incertidumbre entre los empleados federales cada vez aumenta más. ¿Optarán por la indemnización y dejarán sus puestos, o decidirán permanecer en un ambiente de trabajo cada vez más exigente? Lo que es seguro es que esta decisión marcará un antes y un después en la estructura del gobierno estadounidense.

SOBRE EL AUTOR

Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.

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