Cepillarse los dientes en la ducha gasta. considerablemente. más agua que cualquier otro método de aseo (Foto: @slavoljubovski/ Pixabay)
Cepillarse los dientes en la ducha gasta. considerablemente. más agua que cualquier otro método de aseo (Foto: @slavoljubovski/ Pixabay)
Jorge García

Muchas personas tienen una rutina diaria al asearse en su baño, de hecho, algunos suelen ser ‘multitarea’ con su limpieza personal. Con el fin de ahorrar tiempo, hombres y mujeres pueden cepillarse los dientes y bañarse al mismo tiempo, pero ello sería una práctica poco recomendada; las razones harán que lo dejes de hacer de inmediato.

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Cepillarse los dientes puede ser una cuestión repetitiva a lo largo del día, así como el bañarse entre horas de bastante sol. Sin embargo, dentistas ya recomendaron que limpiarse los dientes y ducharse a la vez es contraproducente: daña tu microbiota bucal y deteriora los cepillos ¿Lo sabías?

¿Por qué es malo cepillarse los dientes en la ducha?

Los especialistas en odontología advierten que las altas temperaturas de la ducha dañan las cerdas de cualquier cepillo: las deforman y deterioran rápidamente, por lo que la longevidad del utensilio se ve afectada. No importa si su marca es conocida o no.

“Guarda siempre un cepillo de dientes en un lugar fresco y seco, lejos de la ducha y el inodoro, ya que a las bacterias les encanta multiplicarse en condiciones de humedad y humedad”, compartió la especialista Makkar del PDM Family Dental. Como si no fuera poco, los cepillos tienen poco tiempo de uso, por lo general, solo se deben usar por 2 o 4 meses antes de desecharlos.

La altas temperaturas de la ducha pueden dañar las cerdas del cepillo (Foto: @
tookapic / Pixabay)
La altas temperaturas de la ducha pueden dañar las cerdas del cepillo (Foto: @ tookapic / Pixabay)

Sumado a estos detalles, la proliferación de bacteria podrían abordar a otros cepillos, e incluso a otros espacios de tu baño. Las bañeras o duchas son los lugares donde más crecen las bacterias (además del inodoro), ha raíz del exceso de humedad y vapor; este no es el lugar para un cepillo.

Por otro lado, se hace hincapié en que este dilema no se repite en el fregadero, debido a que el tiempo de uso es menor. El vapor de las duchas serían el gran enemigo de los cepillos, así que mejor cuídalo. Sumado a ello, no hay garantía que con enjuague bucal el problema disminuya, aunque sus efectos sean el matar 99% de las bacterias en la boca; su efecto a largo plazo no es demostrable aún.

Por otro lado, hacer estas 2 prácticas de aseo a la vez exige demasiado a tu consumo de agua; puedes desperdiciar hasta más 12 litros de este recurso por minuto. Se llega a estimar que son casi 12 minutos los que una persona usa para cepillarse los dientes en la ducha, o incluso más.

De hecho, está demostrado que el tiempo que pasas en la ducha es determinante en el consumo periódico del agua. Cepillarte los dientes mientras te bañas significa un desgaste innecesario de este bien vital.

¿Cuál es la forma correcta de cepillarse los dientes?

Solo bastará con un usar un poco de pasta dental (del tamaño de una pepa de aceituna) sobre el cepillo y comenzar: trata de llevar las cerdas por delante y detrás de los dientes, de formas circular; trata de llegar a cada ‘carrilla’ y luego retira los restos de comida con hilo dental.


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