Miles de latinos deciden migrar a Estados Unidos cada año en búsqueda de un futuro promisorio. Esta aventura no es nada fácil de asimilar para sus familiares y, por ese motivo, no sorprende que vayan tras pasos después de unos años. A sus 103, años, una salvadoreña pidió asilo político para estar cerca de su hijo y su historia ha conmovido a el mundo entero.
En los últimos años, la ciudad de Eagle Pass, ubicada en Texas, se ha convertido en uno de los puntos fronterizos con mayor presencia de migrantes latinos, quienes buscan ingresar a Estados Unidos. Limita con la ciudad mexicana de Piedras Negras en el estado de Coahuila y hasta ese lugar se trasladó a inicios de agosto Andrea Avelina Andrade, una mujer oriunda de El Salvador que tiene 103 años.
La hispana tuvo cuatro hijos, pero dos de ellos fallecieron. Sin embargo, uno de ellos logró ingresar a Estados Unidos junto a sus dos nietos y el propósito de la centenaria es pedir asilo para poder estar cerca de ellos, de acuerdo con CNN. El padre y los pequeños pudieron conseguir asilo político, según el medio en mención, tras una cita.
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Espera reunirse con sus familiares
Si bien el camino ha sido largo, Andrea Avelina no pasó mayores sobresaltos para llegar a la frontera junto a otros latinos. Debido a que no pudo hacer su ingreso a Estados Unidos, la mujer fue llevada por las autoridades a un refugio de Piedras Negras, en México.
La centenaria permanecerá en el refugio hasta que su hijo pueda conseguir el permiso para trasladarse y estar cerca de su familia.
“Con la edad que o tengo, ya no puedo trabajar mucho, pero mi objetivo es estar con mis nietos. Si ellos (las autoridades de Estados Unidos) pudieran hacerlo, bendito sea, y si no se puede, bendito Dios, vamos a esperar”, declaró a CNN.