Las vías del tren, definitivamente, no son un lugar para que los niños jueguen, pero un pequeño de Nueva York se metió en una estación ferroviaria, mas la acción rápida de los trabajadores evitó que una tragedia tuviera lugar, por lo que la comunidad no dudó en reconocer su desprendimiento para proteger a los desvalidos.
Todo sucedió el pasado 6 de abril, cuando las cámaras de la estación captaron al menor, tras lo cual Marcus Higgins, subdirector de la Autoridad de Transporte Metropolitano, emprendió carrera por las vías para darle el encuentro, pero fue William Kennedy, ingeniero de locomotoras, quien lo vio primero.
El problema era que el pequeño, teniendo en cuenta su patrón de movimiento, se dirigía hacia el tercer riel: “tuve cuatro hijos, así que tan pronto como vi que era un niño, instantáneamente ‘papá’ intervino y pensé. ‘Tenemos que salvar a este niño’”, dijo a WABC.
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Kennedy estaba dentro de una locomotora que iba a 70 millas por hora; al ver al menor de edad, pisó el freno con violencia para detener la marcha, tras lo cual comunicó por radio a los miembros del equipo.
Al detenerse el tren, saltó a la vía y corrió hacia la ubicación del niño, ahí se enteró que se llama Waylon, sufre de autismo, no podía hablar y deambulaba entre rieles, subía encima de ellos antes de llamar la atención de los operarios: “estoy gritando, tratando de saludar en eta dirección, mira hacia el otro lado, pero no sabes lo joven que era”, dijo Higgings.
Cuando WABC entrevistó a Aridia Bruno De Sosa, mamá de Waylon, se mostró consternada con todo lo que sucedió: “eso fue un milagro de Dios”, además de comentar que perder a su hijo de 3 años fue algo muy rápido pues, aparentemente, habría caído sobre una pared y trepó sobre rieles cargados eléctricamente.
Por eso, la mujer confesó sentirse incapaz de devolverle el favor a los salvadores de su hijo: “Dios no lo quiera, ya sabes, esto podría haber ido en una dirección totalmente diferente”, sobre todo porque el pequeño resultó ileso.
Por ello, al conocer el noble hecho, la presidenta de la MTA, Catherine Rinaldi, honró a Kennedy, Higgins y tres empleados más en una ceremonia de agasajo: “con la valentía y el comportamiento tranquilo de los superhéroes, evitaron un resultado horrible”, dijo en un comunicado.