El pasado 2 de febrero, Brad Gauthier, de Worcester, Massachusetts (Estados Unidos), despertó en su casa como cualquier otro día; sin embargo, un inusual detalle llamó su atención: uno de sus auriculares inalámbricos había desaparecido. Creyendo que, al igual como había ocurrido en anteriores ocasiones, se había caído al suelo mientras descansaba o que lo encontraría entre las sábanas al arreglar su cama, no le prestó mayor importancia, sin tener idea que algo tan pequeño lo convertiría en protagonista de insólita historia que alborota las redes sociales.
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Fue así que, bastante despreocupado, el hombre de 38 años decidió continuar con su rutina, pero al intentar beber agua ocurrió algo extraño. Al intentar pasar el líquido, este se quedó en su garganta y empezó a ahogarse. Afortunadamente, el sujeto reaccionó rápidamente y consiguió escupir el agua. A pesar del susto, Brad continuó actuando de forma normal. Limpió la nieve que se había acumulado en la puerta de su hogar, pero el extravío de su auricular era algo en lo que no dejaba de pensar.
“En ese momento, lo mencioné en broma al principio. Parecía una coincidencia que lo perdiera cuando me iba a la cama y después sintiera un bloqueo en el centro de mi pecho”, dijo Brad en conversación con la cadena WWLP. Poco después, decidió ir al hospital para hacerse un examen.
“Todos estaban con la boca abierta, mirando la radiografía. En la pantalla, donde se podía ver con una definición tan clara. Afortunadamente, pudimos llevar a Brad a un centro de endoscopias al que estamos afiliados”, dijo la esposa del hombre.
Los médicos le advirtieron a la familia que había el riesgo de que el aparato se saliera y entrara a su estómago o al conducto pulmonar. Afortunadamente, la intervención se realizó sin inconvenientes y Brad pudo volver a casa. “Tengo mucha suerte de que las cosas sucedieran de la manera que lo hicieron y lo resolvieron tan rápido, además de estar encajado en la posición que estaba”, dijo.
“Si lo hubiera inhalado o se hubiera atascado o estrechado mis vías respiratorias, ciertamente podría haber sido un asunto significativamente más serio”, añadió Brad, quien también compartió su historia en su cuenta personal de Facebook.
Dato curioso:
El auricular sigue funcionando, aunque el micrófono que lleva incorporado terminó dañado.