Un padre de cuatro hijos en el Reino Unido se convenció de que su leal esposa durante tres años lo estaba engañando, pero resulta que su paranoia era un síntoma de un tumor cerebral mortal.
Todo matrimonio siempre tiene sus altibajos; no obstante, para los Hampton esta situación se encontraba en otro nivel. Andy de 54 años vivía un matrimonio feliz hasta que empezó a tener sospechas de que su esposa lo estaba engañando durante tres años; sin embargo, todo esto había sido producto de su paranoia como uno de los síntomas de un tumor cerebral.
Cuando Andy comenzó a tener esta desconfianza hacia Gemma, de 37 años, no solo mostró una gran falta de interés hacia ella y su familia, sino que incluso se olvida de ciertas cosas importantes y tenía grandes dolores de cabeza.
Su matrimonio pendía de un hilo
“Poco después de tener a Henley, noté grandes cambios en la personalidad de Andy”, explicó Gemma al medio SWNS sobre su hijo, quien nació en mayo de 2022. “Le pedía a Andy que le cambiara [el pañal] a Henley, a lo que él decía que le dolía la cabeza y que yo tenía que hacerlo”, siguió.
La mujer creía que la actitud de Andy se debía a que se encontraba adaptándose al incremento de los miembros de su familia, debido a la llegada de su cuarto hijo. No obstante, su comportamiento se volvió peor.
“Como seguía señalándole cosas que estaba haciendo mal, su paranoia le hizo creer cosas que no eran ciertas. Seguía diciendo que sabía que todo estaba en su cabeza, pero no podía detener esos pensamientos”, contó la mujer.
No fue hasta que el hombre comenzó a olvidar cosas básicas como poner una funda a la cama que Gemma decidió tomar acciones. Ella lo llevó a un médico especializado y fue en ese momento que le diagnosticaron glioblastoma.
Según la Asociación Estadounidense de Tumores Cerebrales (ABTA), el glioblastoma es una especie de tumor cerebral canceroso y muy agresivo, que genera cambios en el comportamiento como delirios y confusión.
Inicio del cambio
Cuando Gemma se enteró de la noticia, comenzó a buscar opciones para su operación y finalmente el 31 de mayo operaron a Andy para extirpar el tejido canceroso, esto sumado a las seis semanas de radioterapia y quimioterapia.
“Inmediatamente después de la operación, el humor de Andy cambió y su personalidad se parecía al viejo Andy”, contó Gemma a SWNS. “Nos sentimos mejor al saber que había algo a quien culpar por el comportamiento de Andy y que no era nuestro matrimonio el que se estaba desmoronando”.
Actualmente, Andy se encuentra luchando contra el cáncer y se encuentra sometido a una segunda dosis de quimioterapia, asimismo, se inscribió a una caminata para recaudar fondos para la organización benéfica Brain Tumor Research en Reunir Unido.