Una joven de México ha causado mucha polémica por confesar en TikTok que aceptó una cita a un hombre por pena, que se trataba de alguien a quien conoció desde épocas de la universidad, pero su testimonio viral causó división en la caja de comentarios, donde muchos la apoyaron, pero otros no dudaron en criticarla.
Fernanda Sarrag (@fsarrag), antes de iniciar su relato explicó que aceptó la salida porque es muy “penosa”, pero que esta característica viene de familia, pues son de “corazón de pollo”, muy condescendientes y empáticos con los demás, quizás demasiado (afirma que su papá nunca le negó un préstamo de dinero a nadie), por lo que no sabe lo que es decir “no”.
Todo sucedió en tiempos de universidad, pues le gustaba estar en la cafetería más próxima, siempre se trasladaba a pie y es en ese camino cuando se topó con el sujeto: “en ese camino, en esa rutina, pues ya nos conocíamos y era como de ‘hola ¿Qué tal? ¿Cómo estás?’ y ya fue así de que... él se llamaba César, yo me llamo Fer y me decía ‘señito Fer’”.
Mira aquí el video viral
César, la nueva “amistad”
Con esta nueva “amistad”, tanto ella como su amiga pensaron en los beneficios de esto, pues este podría proveer apoyo en seguridad ya que para por la zona, por eso, con el tiempo, cuando el contacto se hizo más estrecho, César se acercaba para darles la mano.
Pero, todo cambió cuando hizo una tarea y el personaje de la misma fue el sujeto: “una vez, en la materia de Humanidades, nos dejaron una actividad que era involucrarte más y hacer como más conexión con alguien que estaba en todos tus días, pero tú ni te topabas, tipo la señora de la café o el güey del estacionamiento”.
Entonces, Fernanda le plantea su proyecto y este acepta, tras lo cual le dice para tomar un café para realizar la entrevista, pero todo parece indicar que malinterpretó las cosas, pensando que la tiktoker tenía otras intenciones.
La invita a salir y no pudo decir que “no”
Sarrag confiesa que, durante la entrevista, César le dio más de un halago y le propuso salir a comer, por lo que ante la insistencia no le quedó más que aceptar salir a comer, pero la “eventualidad” estuvo a su favor, pues el 19 de setiembre del 2017 ocurrió un terremoto que hizo imposible que se reunieran.
Tras esto, la tiktoker reflexionó y se dio cuenta que no quería toparse más con el sujeto, por lo que decidió pagar su propio estacionamiento e, inclusive, cambiar la rutina que habitualmente tomaba con tal de esquivarlo.
Con un 1.7 millones de vistas, la publicación en TikTok se hizo viral y abrió todo un debate en la caja de comentarios: “saludar de mano no es corazón de pollo, es educación”, “storytime de la vez que me casé por no saber decir que no”, “las que no sabemos poner límites y yo”, “storytime de cómo me casé con el ‘viene viene’ porque no sé decir que no por pena”, “actividades de mi universidad que me mantienen humilde”, “yo anduve con alguien por no saber decir que no y ni me gustaba, después me enamoré y que me engaña”.
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