Medios argentinos dieron a conocer el caso de Julio Ferreri, un profesor de Tucumán que fue víctima de un asalto por dos delincuentes que lo abordaron a la salida de su centro de labores; sin embargo, grande fue su sorpresa al descubrir que uno de ellos fue su alumno hace varios años.
Tras abandonar el establecimiento, el docente se ubicó sobre su motocicleta. Fue en ese momento que dos sujetos sujetos lo interceptaron para arrebatarle su celular y mochila, luego de apuntarle con una pistola. Tras el hecho, Ferreri llegó a reconocer el rostro de uno de ellos.
“Cuando me sacan la mochila veo la cara de uno de mis exalumnos. Lo reconocí automáticamente, en su mirada y en su cara, porque lo conozco desde los 11 años”, contó en conversación con el medio TN.
“Fuiste mi alumno, no me hagas esto por favor”
Los ladrones huyeron y Julio los siguió, pidiéndoles que soltaran sus cosas mientras gritaba “fuiste mi alumno, no me hagas esto por favor”.
“Sentía que en algún momento me iba a reconocer. Cuando se dio vuelta y me miró, me reconoció y me tiró las cosas. Tiraron la mochila y el celular, ahí agarré las cosas gracias a los vecinos”, agregó el profesor.
Tras recuperar sus pertenencias, el docente retornó a su hogar. Posteriormente, recibió un mensaje en donde el delincuente que fue su alumno le pedía perdón.
“Hola profesor, buen día, quería pedirle perdón con todo mi corazón por lo que hice. Yo nunca lo reconocí, ahora me acuerdo de que usted me ayudó mucho y yo lo quiero a usted. Porque me aconsejó, me ayudó y yo lo quería como un amigo”, escribió el exalumno.
“Me mandó un mensaje contándome algunas cosas y pidiéndome perdón. El contexto donde viven nuestros jóvenes no les ofrece muchas oportunidades”, agregó el docente.
Consejos para evitar ser víctima de un robo en la calle
Nadie está libre de ser objeto de un robo, pero hay algunas pautas que puedes seguir para tratar de impedirlo, señala el medio Consumer.es.
- No llevar todo lo valioso junto. El dinero, las llaves, las tarjetas y la documentación personal no deben estar juntas, sino que hay que distribuirlo en diferentes espacios (bolsillos, bolso, cartera…). En la medida de lo posible, al salir de casa hay que llevar encima solo lo imprescindible.
- No perder de vista el bolso. En cafeterías, mientras te pruebas unos zapatos o tomas un aperitivo en la calle… no te separes en ningún momento del bolso, la cartera, el abrigo o el móvil.
- No dejar a la vista objetos de valor. Un ordenador portátil, una buena cámara de fotos, el móvil de última generación… son una tentación muy grande, por lo que hay que llevarlos bien guardados. Por supuesto, conviene evitar salir a la calle de compras con joyas o relojes de gran valor.
- No utilizar bolsos que no tengan cierre. Si las mochilas, bolsas o bolsos que usas no tienen cremallera, conviene llevar el dinero o las tarjetas en los bolsillos (mejor interiores y con cierre). Además, cuando hay mucha gente, debes colocarlo cruzado en bandolera o por delante del cuerpo.
- Llevar siempre la cartera cerrada y, al abrirla, no hacerlo delante de mucha gente o fuera de las tiendas.
- Desconfiar de empujones y acercamientos sospechosos. Sin convertirse en una persona aprensiva, debes estar pendiente de quien se te acerque de forma poco natural y tener bien sujeto el bolso con las manos en los momentos y situaciones en que haya mucha gente.
- Usar el cajero automático en el horario de apertura de oficinas, cuando hay trabajadores en el interior. Fuera de estas horas tienes que escoger los cajeros interiores y bloquear la puerta mientras estés dentro. Nunca hay que sacar dinero en presencia de desconocidos y es mejor ir acompañado. Hay que usar los sistemas de asistencia del cajero (interfonos o teléfonos interiores) para pedir ayuda, si alguna persona que esté fuera del cajero te suscita recelos.
- Tener especial cuidado con los espectáculos en la calle. Muchas veces estas actuaciones no son espontáneas, sino organizadas por grupos de carteristas que logran de este modo robar a los espectadores.
- De noche, caminar por calles iluminadas. Evita las callejuelas y los lugares oscuros, más aún si ya ha anochecido. Si transitas por un barrio desconocido o cuyo índice de criminalidad no es bajo, mejor coge un taxi.
¿Qué es de la delincuencia?
Los delincuentes son personas que cometen delitos, es decir, que realizan acciones contrarias a lo que establece la ley y el derecho, y que por ellas son penados por el sistema de justicia de cada país, lo que implica el cumplimiento de castigos o sanciones dependiendo de la gravedad de la falta, detalla el sitio web significados.com.
¿Qué es la delincuencia en la sociedad?
De acuerdo al sitio web scielo.org.mx, la delincuencia es una forma de inadaptación social y al producirse esa anomalía se da un desafío a la misma sociedad y a su normativa de convivencia. Pero los caminos que conducen a la delincuencia son múltiples y muy diferentes unos de otros, de ahí que podamos afirmar que la delincuencia es poliforme.
¿Cómo nos afecta la delincuencia en la sociedad?
Las principales consecuencias de la delincuencia en la sociedad son la muerte prematura, la desintegración familiar, las pérdidas económicas, la promiscuidad sexual y el desequilibrio mental, precisa el sitio web aleph.org.mx. Por su parte, el delito se define como un hecho o conducta punible, dañina para la sociedad y penada por la ley.
¿Cuáles son las causas y consecuencias de la delincuencia?
Las principales consecuencias de la delincuencia en la sociedad son la muerte prematura, la desintegración familiar, las pérdidas económicas, la promiscuidad sexual y el desequilibrio mental. El término delincuencia proviene del latín delinquentĭa, que se traduce en la acción de delinquir o la cualidad del delincuente, señala el sitio web aleph.org.mx.