Miles de personas se han acostumbrado a la silla, de cara a los trabajos en remoto o a las largas horas en oficinas. De hecho, la forma de sentarse es clave para la comodidad de las personas, pero ¿Qué tan perjudicial puede ser hacerlo con las piernas cruzadas? Un especialista en anatomía de Reino Unido tocó el tema y explicó qué podría pasar si tenemos este hábito.
Si buscamos comodidad al sentarnos, es posible que tengas varias opciones para ello: sentarse con las rodillas y tobillos cruzados es una de estas formas. Sin embargo, esta costumbre puede ‘pasar factura’, a palabras del profesor Adam Taylor, director del Centro de Aprendizaje de Anatomía Clínica de la Universidad de Lancaster.
Las consecuencias de sentarse con las piernas cruzadas
Según el especialista, el sentarse con las piernas cruzadas produce una sensación de relajo entre los músculos. No obstante, el problema puede llegar tiempo después, cuando hay una reducción de espermatozoides en los hombres; hay inclusos más problemas sobre los qué preocuparnos.
“Las piernas cruzadas pueden hacer que las caderas se desalineen”, se comentó sobre esta disyuntiva, además esto se puede acentuar cuando una cadera se sienta sobre la otra. Hay una ‘disposición’ de los huesos tras mantener este hábito por mucho tiempo.
Los huesos del cuello también se verían perjudicados, ya que con el pasar de los minutos o horas tendrás que ajustar tu centro de gravedad en esta postura; mantener la estabilidad por sobre encima de la pelvis no es natural. Suma ello, tendrás una tensión innecesaria y un rango de movimiento reducido en una parte de tu cuerpo, acentuó el anatomista.
Puedes sufrir de escoleosis
Es así que sentarse con ambas piernas, tobillos y rodillas cruzadas es una posición poco natural, se explica. En el caso más grave uno sufriría de escoliosis, problema que inicia cuando la columna se tuerce y se curva hacia un lado.
“Debido a las diferencias en la anatomía de hombres y mujeres, probablemente sea mucho más fácil para las mujeres sentarse con las piernas cruzadas, particularmente porque los hombres tienen un rango de movimiento reducido en la cadera”, se habló una vez más del problema con los espermatozoides. Sin embargo, se recordó que el riesgo de coágulos en la sangre es real, pues esta posición afecta a las venas del tronco inferior de tu cuerpo.
“Entonces, con esto en mente, el principal consejo es no quedarse quieto en la misma posición durante demasiado tiempo y mantenerse activo regularmente”, dijo al respecto.
¿Cuál es la mejor postura al sentarse?
La clave radica en que la columna vertebral mantenga una correcta alienación: el cuello, la parte media de la espalda, y la parte baja propiamente dichas. Las curvas deberían mantenerse, por eso la importancia de un soporte lumbar. Los hombros deben estar alienados a las caderas y la cabeza mantenerse erguida.