La preocupada niña le envió un correo a su profesor para que la pudiera ayudar con un problema de álgebra sin imaginar que iría a su casa. (Fotos: @JoshAnderson/Twitter)
La preocupada niña le envió un correo a su profesor para que la pudiera ayudar con un problema de álgebra sin imaginar que iría a su casa. (Fotos: @JoshAnderson/Twitter)
Redacción Mag

La alarmante expansión del ha mandado a millones de personas alrededor del mundo a realizar un aislamiento social. Ya sea obligatorio y voluntario, quedarse en casa es una de las medidas más fuertes que se está tomando para frenar los contagios del COVID-19, además de prohibir todo tipo de actividades en donde haya concentración de gente, como son las clases estudiantiles.

Para no perder el año escolar, muchas instituciones han optado en realizar clases virtuales, sobre todo en al convertirse en el país con más contagiados en todo el mundo. A pesar de ser una buena iniciativa, hay alumnos a los que se les hace muy difícil sobrellevar materias sin el acompañamiento de un docente, como es el caso de Rylee Anderson.

A la pequeña de 12 años se le hacía imposible resolver uno de los ejercicios de álgebra que le dejó su maestro como tarea, por lo que le envío un correo pidiéndole ayuda, algo que hubiese hecho directamente en aulas. Sin embargo, la respuesta que recibió la dejó completamente sorprendida tanto a ella como a su familia.

La familia Anderson esperó que su profesor, Chris Waba, le responda el correo electrónico o en todo caso la llamé por teléfono, cuando de pronto sonó el timbre de su puerta y apareció junto a una pizarra y un plumón para resolver todas las dudas que tenía Rylee.

La estudiante de Dakota del Sur, dijo al portal de que por mas que intentaba completar su tarea de matemáticas, se le hacía muy difícil y no podía pedir ayuda a sus padres porque, al igual que ella, se equivocaban.

Cuando el profesor recibió el correo respondió automáticamente, hasta que recordó que Rylee vivía muy cerca a su hogar por lo que decidió ir al otro lado de la calle y darle una clase especial, respetando el distanciamiento social.

Por casi 10 minutos, Chris se acomodó afuera del hogar y le explicó detalladamente el ejercicio a la estudiante que prestaba atención al interior de su casa detrás de una ventana.

El padre de Rylee, Josh Anderson, no dudó en compartir en sus el gran gesto que tuvo el profesor con su pequeña, volviéndose en tendencia rápidamente y consiguiendo la atención de medios de comunicación que quisieron contar su historia.

Waba ya lleva más de 27 años enseñando en la secundaria ‘Madison', por lo que consideró esta decisión como espontánea. “Me expreso mejor cara a cara que por teléfono, y creo que los estudiantes también aprenden mejor de esa manera”, manifestó.

Al terminar su clase especializada, el profesor quedó muy contento al ver la sonrisa de Rylee al comprender por fin el ejercicio, ya que considera que eso es lo que los maestros buscan, las sonrisas y alegría de sus alumnos.

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