Redacción Mag

El pánico que ha desatado el entre los ciudadanos de China ha llegado a tal extremo que las redes se han visto inundadas de videos y fotos de gente usando botellas, bolsas y toda clase de plásticos a falta de mascarillas para protegerse a como dé lugar del mortal virus, que hasta el momento ha cobrado la vida de más de un centenar de personas.

En , y otras redes sociales, los internautas comparten sendas publicaciones de las desesperadas medidas que la gente toma para evitar contagiarse del temible . Una imagen, por ejemplo, muestra a una familia –que incluye a una mujer sosteniendo a un bebé– usando bolsas plásticas como escudos improvisados en un aeropuerto.

Pero esta improvisada protección no solo se observa en los aeropuertos de sino también por sus habitantes en el extranjero. En el terminal aéreo de Vancouver, una mujer de nacionalidad china fue vista con un contenedor de plástico sobre la cabeza y, en un vuelo de Shanghái a Perth, un viajero de dicho país prefirió usar un casco de motocicleta.

Mientras tanto, en Hong Kong, una familia en una estación de tren fue fotografiada luciendo contenedores plásticos como tapabocas. El miedo es tal que en las aldeas situadas alrededor de Wuhan, epicentro del brote del , los lugareños se han armado para evitar que estos últimos penetren su territorio.

Es por eso que los temerosos habitantes han levantado muros de ladrillos, tapiado puertas y ventanas para aislarse de sus vecinos de Wuhan y han destruido carreteras para impedir que nadie salga o entre más allá de su frontera. Se sabe que en algunas ciudades de China los cubrebocas se están agotando y ello solo genera más miedo entre su población.

Si bien no hay una vacuna para contrarrestar el coronavirus por el momento, expertos de la salud urgen a las personas a lavarse regularmente las manos con agua y jabón, además de evitar compartir comidas, bebidas y utensilios. Este virus se esparce por las partículas que expulsamos al toser o estornudar y tarda entre 1 a 14 días en incubar en el organismo.

La mayoría de casos de -que deriva en reacciones como fiebre, tos, dificultad para respirar, neumonía y dolor muscular- en China se registraron en la provincia de Hubei, específicamente en Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes. Se cree que esta mutación de brotes se esparció a los humanos debido a los animales vivos y fauna ilegal que se vendían en uno de sus mercados.

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