¿Quién es tu ídolo?, le preguntaron. “Messi”, respondió casi al instante. Era 2011 y él, con apenas once años, la rompía en el Atlético Calchín, equipo de su ciudad natal ubicada en la provincia de Córdoba. En esos meses, Lionel sonreía más que nunca: había ganado Liga, Champions y Mundial de Clubes con el Barza de Pep Guardiola; y Julián Álvarez, como todos los niños argentinos de generación Z, crecieron escuchando a sus padres hablar de Diego Maradona pero idolatrando a Leo.
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La diferencia es que la ‘Araña’ no solo logró el sueño de todos que es jugar al lado de su ídolo en un Mundial, sino que está siendo uno de los héroes de la Albiceleste al lado del ‘10′. La ‘Araña’ fabricó el penal que Leo convirtió de una gran ejecución, luego marcó un doblete para el 3-0 ante Croacia por las semifinales del Mundial Qatar 2022. El último tanto tras una genialidad del capitán.
Álvarez, que llegó esta temporada al Manchester City por pedido de Pep Guardiola, se ganó un lugar en el once titular dejando atrás a Lautaro Martínez, uno de los goleadores de la era de Scaloni. El ex-River Plate lleva tres tantos en su primera Copa del Mundo: anotó a Australia, Polonia y ahora al cuadro croata.
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La historia de Julián y Messi
Es 2011. Mientras Lionel Messi no para de sumar títulos de la mano de Pep Guardiola, el actual delantero del Manchester City -dirigido justamente por Pep-, con la ilusión de todo niño que sueña con ser futbolista profesional, era el goleador de su equipo y brinda entrevistas.
Con la misma tranquilidad y soltura con la que ahora enfrenta las cámaras, Julián Alvarez analizaba los partidos con mucha madurez para su corta edad y un día, cuando le preguntaron quién era su ídolo, no dudó la respuesta ni un segundo: “Messi”. El tiempo pasó para ambos y el destino -el fútbol- los juntó en un campo de fútbol. Debutó en 2021 y ahora está en Qatar celebrando con Leo.
Pero Álvarez también tuvo un encuentro con su ídolo. Hace 10 años, más allá de esa inolvidable declaración que tiene miles y miles de reproducciones en Youtube, el pequeño Julián consiguió una foto única: en la previa de la Copa América 2011, viajó una hora y media junto a sus dos hermanos mayores en el asiento trasero del coche de Gustavo, su papá, para ir a un hotel del Orfeo (Córdoba) en el que se encontraba el plantel de Argentina. Una vez dentro del lugar, interceptaron a Messi cuando se dirigía al comedor y lograron una selfie histórica y la firma de varias camisetas.
Luego de pasar la prueba en River a los 15 años, el 20 de enero de 2016 quedó en Núñez, se hospedó en la pensión y se incorporó al Instituto del club. Por su buen nivel en Inferiores, llegó a las Juveniles de AFA y vivió una experiencia única: en 2018 fue elegido como sparring para viajar a Rusia junto a los futbolistas de la Selección de Sampaoli. Allí, además de mostrarse, pudo sacarse su segunda foto con Leo.
Probablemente Julián no se lo imaginaba, pero hoy, ante Polonia, acaba de darle una alegría a Lionel Messi, al mismo que lo hacía feliz cada vez que lo veía patear un balón por la televisión.
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