Picar un penal es ser un desvergonzado. Es tener los nervios de acero. Pero lo que hizo Hakimi no fue solo un acto de conchudez en un momento con las revoluciones a mil. Lo suyo fue un gesto hacia Sergio Ramos, su amigo en el PSG, quien no fue tomado en cuenta por Luis Enrique en este mundial. Lo celebró tal cual, colocando sus manos a los lados, como un pingüino. Una venganza dulce.
Nació en Getafe, es de padres marroquíes y hoy defiende los colores del PSG. Achraf Hakimi es el defensa de la selección de Marruecos que anotó el penal que les dio el pase a los africanos a las instancias de cuartos de final por primera vez en su historia. En Qatar los de Marruecos son la sorpresa y superan a una España venida a menos.
Hakimi se formó en las inferiores del Real Madrid Castilla y llegó a ser jugador del primer equipo del Real Madrid en la temporada 2017-2018. Tras ese corto paso donde no tuvo el protagonismo esperado, llegó al Borussia de Dortmund. Un año después fichaba por el Inter de Milan y en 2021 recaló en el Paris Saint-Germain, firmando por cinco temporadas. Y consolidándose en el once titular.
Con 24 años Achraf Hakimi es uno de los mejores defensas del fútbol en la actualidad y lo viene demostrando tanto en su club como en su selección. En el PSG el futbolista comparte equipo con las grandes estrellas mundialistas Messi, Neymar y Mbappé, con quiénes seguro espera cruzarse en Qatar 2022.
Esta Copa del Mundo es su segunda experiencia del certamen internacional. Hace cuatro años, en Rusia 2018 jugó los tres partidos de la fase de grupos y se despidió del Mundial con dos derrotas y un empate. Ahora en Qatar la historia es otra. Debutó con la selección absoluta de Marruecos en el 2016 y no tardó en ser un jugador indiscutible para el equipo.
Hoy es una figura y un símbolo de la selección de Marruecos y todo un país. Tras la victoria por 2-0 a Bélgica se pudo ver al futbolista correr a las gradas donde se encontraba su familia y se fundió en un cariñoso abrazo con su madre, a la que también besó en la frente y le regaló su camiseta. “Mi madre limpiaba casas. Mi padre era vendedor ambulante. Que yo pudiera jugar al fútbol era un esfuerzo y un sacrificio para ellos. Mis hermanos también han tenido que sacrificarse. Éramos muy pobres. Ahora yo lucho por ellos”, ha comentado en diferentes oportunidades.
En la previa del encuentro ante España, Hakimi declaraba que sabían cómo jugaban, que siempre era una selección dentro del top 5 del Mundial pero que ellos llegaban con un gran juego. “Hemos sido primeros de grupo y creo que ya nos merecemos un poco de respeto. Creo que España lo sabe y nos tiene que tener un poco de miedo. Nos tienen que tener miedo, la verdad. ¿Y por qué no dar la sorpresa otra vez?”, sentenciaba.
Se batieron en penales y Marruecos salió victoriosa con Bono como el gran héroe y tres atajadas legendarias. Achraf Hakimi tuvo la responsabilidad de tirar el último penal para sellar el pase de su selección a la siguiente etapa del torneo y lo hizo picando el penal y dejando afuera a los españoles. Esta será una de las noches que jamás olvidará. Y el futuro de este futbolista para ser uno de los más grandes está más claro que nunca.
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