El Papa Francisco aprobó un informe del Vaticano que critica a la mayor organización de monjas estadounidenses, acusándolas de feminismo radical.
El informe, ordenado por el Pontífice anterior, Benedicto XVI, señala que la llamada Conferencia del Liderazgo de Mujeres Religiosas (LCWR por sus siglas en inglés), un grupo que representa a más del 80% de las 57.000 monjas de EE.UU., debe cambiar su forma de actuar.
El Vaticano sostiene en el informe que la organización tiene graves problemas doctrinales, promueve temas feministas radicales incompatibles con la fe católica y muestra una postura flexible en temas como la anticoncepción y la homosexualidad.
El grupo, por su parte, ha acusado al Vaticano de interpretar mal sus intenciones y de no valorar lo suficiente su trabajo por la justicia social.
Representantes de la organización de monjas recorrieron el país en autobús para defenderse de las acusaciones. Las monjas apoyaron la reforma de salud del presidente Barack Obama, en la que se incluye un seguro obligatorio de cobertura de métodos anticonceptivos, mientras que los obispos del país se opusieron a ella.