Washington (EFE). Un tribunal de Luisiana absolvió al estadounidense Glenn Ford tras recibir nuevas informaciones que prueban su inocencia en el asesinato por el que fue condenado a pena de muerte en 1984, una sentencia que le mantuvo confinado 30 años en la prisión, informaron medios locales.
Ford, de 64 años, estaba en el corredor de la muerte desde 1988 acusado de asesinar al joyero Isadore Rozeman, de 56 años, para quien había realizado ocasionales trabajos de jardinería y al que siempre negó haber matado.
A su salida el martes de la prisión, Ford reconoció tener cierto “resentimiento” por haber pasado buena parte de su vida encerrado en la cárcel por un delito que, como ahora ha resultado probado, no cometió.
Las informaciones que han cambiado el curso de la historia de Ford relatan que el afroamericano no estuvo presente en el momento de la muerte del joyero ni involucrado en su asesinato.
Este caso ha dado argumentos a los que se oponen a la sentencias a muerte en Estados Unidos y la ONG Amnistía Internacional ha subrayado además una posible discriminación por el hecho de que Ford sea afroamericano.