El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, llegó este sábado a Hiroshima, Japón, para participar en la cumbre del G7, cuyos líderes instaron a China a “presionar a Rusia para que cese su agresión” contra Ucrania.
Zelensky, que llegó a Hiroshima hacia las 15H30 locales (06H30 GMT) en un avión de la República francesa, tuiteó después de aterrizar que la paz estará “más cerca” tras esta cumbre, un día después de conseguir que Estados Unidos abra la vía para autorizar la entrega de aviones caza F-16 a Ucrania.
La visita le brinda la oportunidad de reunirse con los dirigentes de las siete economías más industrializadas (EEUU, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia), que apoyan financiera y militarmente a su país frente a la invasión rusa, que comenzó en febrero de 2022.
También podrá acercarse a otras potencias no alineadas y presentes en la reunión, como India y Brasil, que tienen relaciones cercanas con Rusia y no han condenado la invasión a su país.
Los dirigentes del G7 instaron el sábado a China, aliado cercano de Moscú que nunca condenó la invasión, a “presionar a Rusia para que cese su agresión” contra Ucrania y “retire inmediatamente, totalmente y sin condiciones sus tropas”.
LEE TAMBIÉN: Qué se sabe de los 4 niños desaparecidos hace 20 días tras un accidente de avioneta en la selva de Colombia
Decisión “histórica”
El presidente ucraniano se reunirá con su homólogo estadounidense, Joe Biden, para hablar sobre “la aplicación práctica” de la decisión estadounidense sobre los aviones de combate.
Biden “está impaciente” por “reunirse cara a cara” con su homólogo ucraniano durante la cumbre, que empezó el viernes y concluirá el domingo, afirmó el consejero de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
Zelensky también tendrá encuentros bilaterales con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
Washington confirmó el viernes que apoyará la capacitación de pilotos ucranianos en aviones de combate F-16, de fabricación estadounidense, y se dijo dispuesto a autorizar que otros países puedan suministrar a Kiev estos aparatos. Una decisión “histórica”, celebró Zelensky.
Durante los largos meses de entrenamiento, los occidentales decidirán el calendario de entrega de los aviones, su cantidad y los países que los suministrarán.
Reino Unido trabajará con sus aliados para “brindar a Ucrania la capacidad aérea de combate que necesita”, declaró el primer ministro británico Rishi Sunak en Japón. Emmanuel Macron también se mostró dispuesto el lunes a formar a pilotos ucranianos.
Zelensky multiplicó los encuentros con dirigentes extranjeros en los últimos días, en busca de apoyo militar para lanzar una contraofensiva en los territorios ocupados por Rusia.
El viernes hizo escala en Arabia Saudita, para participar en una cumbre de la Liga Árabe, donde reprochó que “algunos” de los países allí representados “cierran los ojos” ante la invasión rusa de su país.
Hasta ahora, los occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, resistían a los pedidos de estos cazas, preocupados por una posible escalada del conflicto.
Sullivan aseguró que la doctrina estadounidense “no cambió”, y que los F-16 forman parte de los equipos que Kiev necesitará “en el futuro” para “poder disuadir y defenderse contra toda agresión rusa”.
Washington repitió que con su ayuda militar, “Estados Unidos no facilita, y no apoya, ataques en territorio ruso”.
SEPA MÁS: Sin espías para intercambiar: la inédita escasez de prisioneros valiosos afecta a Estados Unidos
China en el punto de mira
En Hiroshima, víctima en 1945 del primer bombardeo atómico de la historia, los dirigentes del G7 anunciaron el viernes un endurecimiento de sus sanciones a Rusia.
Los dirigentes mostraron su preocupación por el aumento del poder económico, diplomático y militar de China, en un contexto de tensión entre Washington y Pekín.
Pero también aseguraron querer “relaciones constructivas y estables” con el gigante asiático, subrayando “la importancia de comprometernos con franqueza”.
En su comunicado, los dirigentes del G7 mostraron su “oposición” a cualquier “militarización” china en la región Asia-Pacífico, asegurando que no existe “fundamento jurídico” para las “reivindicaciones marítimas expansivas” de China.
Además, reiteraron que la “paz y la estabilidad” en el estrecho de Taiwán es “indispensable” para la seguridad mundial.
Esta declaración es el fruto de negociaciones entre países como Estados Unidos, que defiende una posición más firme, y otros del lado europeo que insisten en evitar todo clima de “confrontación”.
Los países del G7 quieren diversificar sus cadenas de suministro para depender menos de China en particular, y advirtieron contra todo intento de “coerción económica” sin nombrar directamente a China en un comunicado.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
Contenido Sugerido
Contenido GEC