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Estados Unidos ya tiene la capacidad de administrar las vacunas Pfizer y Moderna en unos 4.000 puntos repartidos por el territorio, según datos oficiales, después de que este lunes los estadounidenses comenzaran a recibir las primeras dosis del suero de la segunda farmacéutica.
Así lo anunció este lunes el secretario de Salud estadounidense, Alex Azar, en una rueda de prensa en la que explicó que unos 3.700 centros de salud recibirán entre este lunes y el martes cerca de 3,5 millones de dosis la vacuna de Moderna, que tiene un 94 % de efectividad y que obtuvo la autorización de emergencia el viernes pasado.
Estos centros se suman a las 636 localizaciones de todo el país que recibieron la semana pasada el suero de la farmacéutica Pfizer, el primero aprobado por las autoridades de EE.UU.
La enorme diferencia en el número de puntos de distribución (de 636 a 3.700) entre las vacunas de una y otra farmacéutica se debe a los requisitos de conservación para cada preparado.
El suero de Moderna es transportado en unas pequeñas cajas refrigeradas que deben mantener una temperatura de -20 grados centígrados; mientras que la vacuna de Pfizer necesita unos arcones de mayor tamaño, ya que debe ir rodeada de hielo seco para mantenerse en el rango de entre -60 y -80 grados.
Todas las dosis, ya sean de Moderna o Pfizer, viajan acompañadas de un fuerte dispositivo de seguridad, integrado entre otros por el Cuerpo de Alguaciles de EE.UU., y deben ser almacenadas en refrigeradores cerrados con llave.
Como ocurrió hace siete días con la de Pfizer, la primera persona en recibir la vacuna Moderna en EE.UU. fue una enfermera, aunque hay disputa en los medios locales sobre si fue en un hospital de Nueva York o en Connecticut.
En cualquier caso, el personal médico sigue recibiendo las primeras dosis dada su mayor exposición a la covid-19.
En este sentido, Azar celebró que EE.UU. esté ahora “a la ofensiva” contra el coronavirus, gracias a estas dos vacunas, que han sido aprobadas de emergencia por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en sus siglas en inglés).
Pese a la euforia generalizada por la campaña de inmunización, el jefe de la Operación Warp Speed, Moncef Slaoui, subrayó que durante las fiestas navideñas es “especialmente importante” mantener las medidas de seguridad, como el uso de mascarillas, porque la gran mayoría de la población es todavía “vulnerable” al virus.
La Operación Warp Speed (Velocidad máxima) ha sido lanzada por la Administración del presidente saliente Donald Trump, en colaboración con el Pentágono, para facilitar y acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de las vacunas contra la covid-19.
Después de que el vicepresidente saliente estadounidense, Mike Pence, lo hiciera la semana pasada, el presidente electo de EE.UU., el demócrata Joe Biden, recibió este lunes la vacuna contra la covid-19 en público, en un intento de crear confianza entre los estadounidenses sobre la seguridad del preparado.
“No hay nada de qué preocuparse”, dijo Biden delante de las cámaras de televisión tras recibir la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech en el Christiana Care Hospital de Newark (Delaware, el estado donde reside) de las manos de una enfermera.
Biden, de 78 años, estuvo acompañado por su mujer, Jill Biden, que se puso la primera dosis antes que él, según explicó el propio mandatario electo.
El que no se sabe todavía si se va a vacunar es Trump, que contrajo la covid-19 en octubre y que se recuperó tras tomar un cóctel experimental de anticuerpos.
En el otro extremo del país, en California (EE.UU.), epicentro actual de la pandemia en EE.UU., las cifras de contagio continúan disparadas y solo en el condado de Los Ángeles se han registrado 623.670 casos del coronavirus y 8.875 muertes, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
En total, Estados Unidos registra 17.947.644 casos confirmados y 318.602 fallecidos, según la misma fuente.
En una rueda de prensa este lunes, el gobernador de California, Gavin Newsom, que se encuentra en cuarentena porque varias personas de su equipo se han infectado en las últimas horas, explicó que el estado espera recibir unas 600.000 dosis de la vacuna de Moderna esta semana, una cifra que se suma a las 100.000 que ya tiene en su poder.
Contando las vacunas de Pfizer y Moderna, Newsom apuntó que California espera tener “más de 2 millones de dosis hasta final de año” para una población total de unas 40 millones de personas.
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