Francia ha desplegado 45.000 policías y gendarmes para su fiesta nacional del 14 de julio, el Día de la Bastilla, ante el riesgo de incidentes, semanas después de que la muerte de un joven baleado por la policía provocara varias noches de disturbios. “Si se producen desórdenes, intervendremos con la máxima determinación”, advirtió el presidente francés, Emmanuel Macron, durante una rueda de prensa en Vilna, Lituania, tras participar en una cumbre de la OTAN.
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Desde el 13 de julio por la noche, cuando se celebran los tradiciones bailes populares en las casernas de bomberos, hasta el 15 por la mañana, se movilizarán miles de policías, gendarmes, agentes y bomberos, según las autoridades.
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Este “dispositivo excepcional” corresponde a la máxima movilización registrada durante los nueve días de violencia urbana, que contará además con helicópteros y blindados, anunció el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
En París, donde está previsto un concierto y los tradicionales fuegos artificiales cerca de la Torre Eiffel el 14 de julio, y en sus suburbios, las autoridades desplegarán 10.000 miembros de las fuerzas del orden.
Darmanin precisó que se ordenó detener sistemáticamente a quienes “quieran fastidiar estas noches de festejos” y que asegurarán la prohibición de venta de cohetes, después de incautarse 150.000 unidades desde el 27 de junio.
Estos fuegos artificiales, normalmente a la venta libremente en Francia, se suelen utilizar desde hace años para atacar a las fuerzas del orden o contra edificios, como durante el reciente episodio de disturbios.
A finales de junio, las protestas por la muerte de Nahel, de 17 años, por un disparo a quemarropa de la policía durante un control de tránsito se tradujeron en incendios de autos y edificios y saqueos de tiendas.
Los festejos del 14 de julio registran desde hace años disturbios en Francia. En 2022, se detuvo a 807 personas, se incendiaron 749 autos y 55 miembros de las fuerzas del orden resultaron heridos, recordó el ministro.
Varias localidades, sobre todo en la región de París, decidieron anular sus espectáculos pirotécnicos o la totalidad de los festejos para evitar nuevos disturbios. También habrá un menor servicio de tranvías y autobuses.