Ahora que las leyes de la Iglesia Católica se tornan más punitivas para los casos de abuso sexual, el alcance de esta nueva legislación hace temblar hasta a los más poderosos: acaba de renunciar quien fuera el cardenal alemán Reinhard Marx, quien presidía la Conferencia Episcopal de su país y era arzobispo de Múnich
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¿Por qué?
Según la Deutsche Welle, Marx ha aceptado su “corresponsabilidad” en la “catástrofe de los abusos sexuales”, luego de que el papa Francisco ordenara que una comisión viajara a Colonia para investigar los casos cometidos en dicha arquidiócesis.
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“Quiero dejar en claro que estoy dispuesto a asumir responsabilidades personales, no solo por errores propios, sino por los de la Institución de la Iglesia a la que he contribuido y conformado durante décadas”, dijo el padre de 67 años.
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EL CASO ALEMÁN
A fines de marzo, el arzobispo de Colonia, el cardenal Rainer Maria Woelki, admitió que hubo un “encubrimiento sistémico” de abusos sexuales entre 1975 y 2018.
En la arquidiócesis, contó, hubo un “sistema de silencio, secreto y control” que, según un informe, tuvo 314 casos de abusos a menores e “identificó a 202 presuntos autores”.
¿Qué reveló dicho informe?
En el 2018, Woelki lideró un peritaje a su arquidiócesis con el fin de dar con los sacerdotes que cometieron abusos sexuales. Pero, sin explicaciones, no dejó que el informe se publicara y mandó a que se hiciera uno nuevo.
Allí estalló la polémica.
“Entonces se supo que, como obispo, no había denunciado a un antiguo clérigo, ya fallecido, con el que mantuvo una larga amistad, a pesar de un caso de abuso sexual”, escribe la DW.
Además, se descubrió que el exarzobispo de Colonia Joachim Meisner y el de Hamburgo Stefan Heße “faltaron a su deber en relación a 11 y 24 casos, respectivamente”.
Woelki culpó a los medios de comunicación de la crisis de credibilidad y no se dio tiempo para escuchar a sus pares que reclamaban la verdad.
A todo ello se le sumó un estudio auspiciado por la arquidiócesis de Berlín que ponía la lupa en la gestión de casos de abuso sexual desde 1946 al 2020. En las 669 páginas se anota que no existe ninguna nota de Woelki, lo que significa que nunca investigó nada.
Como consecuencia, el 28 de mayo, el Vaticano anunció que enviaría una comisión a investigar a Colonia y a develar los “eventuales errores” de Woelki y, específicamente, su “comportamiento con los casos de abusos sexuales”.
Y es allí que Reinhard Marx pidió ser desligado. La DW anota que, en la carta de renuncia que le envió al Papa, él sentencia que las investigaciones sobre este tema muestran “mucho fracaso personal y errores administrativos”.
“El cardenal agrega que el debate sobre esta polémica cuestión ha permitido ver ‘que algunos en la Iglesia no quisieron reconocer la corresponsabilidad, y con ello la culpa, de la Institución y se posicionaron así contra cualquier diálogo de reforma y renovación en relación con la crisis de los abusos’”, escribe el medio.
Y agregó que su renuncia se debe a que las investigaciones llegaron a “un punto muerto”.
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