Ucrania ya no solo lucha contra las fuertes defensas construidas por los rusos en el frente de guerra, sino que ahora también lo hace contra el tiempo. Así lo advirtió este fin de semana el jefe militar de más alto rango de Estados Unidos, el general Mark Milley, quien señaló que a Kiev solo le quedan hasta seis semanas antes de que el frío dificulte su contraofensiva.
“Todavía queda un tiempo razonable, entre 30 y 45 días de lucha”, declaró Milley a la BBC. Agregó que a partir de entonces, el barro y la lluvia afectarán probablemente las maniobras terrestres en el campo de batalla.
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El jefe del Estado Mayor Conjunto admitió que la ofensiva ucraniana es más lenta de lo esperado. Pero dijo que “aún hay intensos combates”.
“Los ucranianos todavía están avanzando con firmeza”, indicó.
En la entrevista, Milley sostuvo que es demasiado pronto para decir si la contraofensiva había fracasado.
“Los ucranianos no han terminado, esta batalla no ha terminado, y no han terminado la parte de combate de lo que están tratando de lograr. Es demasiado pronto para decir cómo va a terminar esto”, enfatizó.
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Ucrania lanzó la contraofensiva a principios de junio pasado, una vez llegado el verano, con el objetivo de liberar el territorio ocupado por Rusia.
El Ejército de Rusia
acumula en Ucrania más de 420.000 efectivos para frenar la contraofensiva lanzada por Kiev en junio.
Para la actual contraofensiva Ucrania empezó a usar las armas enviadas por Occidente durante el invierno pasado, como los tanques alemanes Leopard, el sistema de defensa de misiles Patriot o los misiles británicos Storm Shadow. Sin embargo, hasta ahora solo ha logrado pequeños avances.
Para Ucrania era indispensable contar con cobertura aérea para la actual contraofensiva, por ello pidió a Estados Unidos que autorice la entrega de aviones de combate F-16, algo a lo que Washington se opuso en un primer momento, pero que recién autorizó en agosto. Sin embargo, estos cazas no llegarán a territorio ucraniano en el corto plazo.
En una entrevista con CNN, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky admitió la desaceleración de la contraofensiva. Dijo que se debe a la superioridad aérea de Rusia y a la lentitud en la entrega de armas occidentales.
”Algunas cosas están de camino. Muchas personas dicen que la contraofensiva es demasiado lenta, pero algunas cosas están de camino”, insistió.
Zelensky aseguró que volverá a hablar con Estados Unidos sobre la necesidad del suministro de los misiles de largo alcance ATACMS, que espera recibir este otoño.
”Esto no es una película que dura una hora y media. (...) No habrá un ‘happy end’. Hemos perdido a mucha gente”, afirmó el presidente.
De acuerdo con un reporte de CNN, los informes de este domingo indicaban solo avances graduales en torno a una de las principales zonas de ataque de Ucrania, cerca del pueblo de Robotyne, en la región de Zaporiyia, que se encuentra de camino a la estratégica ciudad de Tokmak.
Lo recuperado desde junio
La viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, anunció el lunes que la contraofensiva ucraniana logró recuperar en la última semana 4,8 kilómetros de territorio en el suroeste de Donetsk y la vecina Zaporiyia.
Agregó que en total se han liberado 256,5 kilómetros desde que Ucrania diera por comenzada su contraofensiva.
La inteligencia militar de Ucrania
anunció el lunes que había recuperado el control de cuatro plataformas de extracción petrolera y gasística cerca de la costa de anexionada península de Crimea.
En resumen, la situación actual de la guerra está por un lado con Ucrania sin poder concretar una contraofensiva poderosa que la lleve hasta recuperar rápido la península de Crimea, como había anunciado el presidente Zelensky antes de junio. Por el otro con Rusia defendiendo el territorio que consiguió desde el inicio de la invasión en febrero del 2022, pero muy lejos de la aplastante victoria que vaticinaba cuando Vladimir Putin lanzó lo que deniminó como “operación especial”.
El año pasado, las fuerzas de Putin avanzaron rápidamente sobre el norte de Ucrania y hasta los alrededores de Kiev con el objetivo de que la capital de Ucrania cayera en cuestión de días. Pero fracasaron en este último propósito y debieron replegarse. Luego, Ucrania empezó a tener importantes victorias en la región de Jarkov, al este, y en la región de Jersón, al sur.
Los frentes de guerra
Este año los combates están enfocados en el sur y el este de Ucrania, donde las fuerzas de Kiev luchan por romper las líneas defensivas que Rusia preparó durante los meses de invierno. Tal como lo anota CNN, el éxito ucraniano en estos días se mide en capturar un pueblo, una aldea, en lugar de una ciudad entera.
Así, en el frente sur los combates se dan en la región de Zaporiyia, donde Ucrania se ha anotado modestos avances en las zonas rurales. Ello porque se han encontrado con férreas defensas rusas montadas con campos de minas, zanjas antitanque, trampas denominadas dientes de dragón y trincheras.
¿Por qué la zona es importante para Ucrania y Rusia? De acuerdo con CNN, al romper esta línea de defensa Kiev podría neutralizar el puente terrestre ruso que está entre la anexionada Crimea y el este de Donetsk, bajo control de Moscú desde el 2014.
La victoria más resonante de Ucrania en este frente de guerra se dio a finales de agosto, cuando sus tropas tomaron la aldea de Robotyne, algo que las acerca a poder utilizar la artillería contra la estratégica Tokmak, una ciudad del sur de Zaporiyia que cayó en manos de los rusos al comienzo de la invasión.
CNN también indica que Ucrania recuperó terreno cerca de la ciudad de Velyka Novosilka, situada en la línea del frente.
Mientras que en junio, en la segunda semana de la contraofensiva, había liberado pueblos como Neskuchne, Blahodatne y Makarivka.
Más recientemente, recuperó un par de pueblos más, Staromaiorske y Urozhaine.
Todos estos avances se han dado en medio de numerosos contraataques rusos, que han tenido un alto costo tanto humano como de material bélico para los ucranianos.
Por ejemplo, la ciudad de Orikhiv está bajo control ucraniano, pero es bombardeada por la aviación rusa con bombas de media tonelada que caen con frecuencia, a veces 20 en pocos minutos, de acuerdo con CNN.
Orikhiv está a 60 kilómetros al sureste de Zaporiyia, y quedó en medio de las disputas de las tropas de Ucrania que avanzan hacia el sur y las fuerzas rusas que intentan mantener su posición.
Otro lugar donde se está luchando es Kupiansk, en la región de Jarkov. Esta ciudad cayó en manos de los rusos al inicio de la invasión, pero en setiembre del año pasado fue liberada por Ucrania y en la actualidad Rusia intenta capturarla de nuevo.
La ciudad y sus alrededores han sido evacuadas.
Kupiansk es importante para Ucrania pues bajo su control impide que Rusia acceda al cercano río Oskil, donde es mucho más fácil cruzarlo que más al sur, precisa CNN.
En cuanto al frente de guerra oriental, la codiciada ciudad de Bakhmut sigue bajo control ruso después de que el Grupo Wagner la conquistara este año tras una dura batalla de nueve meses y luego la dejara en manos de las tropas regulares rusas. Ucrania solo controla algunas zonas de la periferia suroccidental de este ciudad.
CNN remarca que gran parte de las regiones de Donetsk y Lugansk están en manos de los separatistas que son apoyados por Rusia desde hace más de nueve años.
Ucrania tiene el control de la ciudad de Avdiivka, en Donetsk. El lugar está en la primera línea de intensos combates y está casi completamente destruida.
Lo que se viene para el invierno
Lo peor del invierno en Ucrania se da entre loe meses de diciembre y marzo. Entonces, todavía hay margen de tiempo para seguir combatiendo. Incluso más allá de lo que ha vaticinado el general Milley.
Por ejemplo, el año pasado las fuerzas ucranianas consiguieron su más resonante victoria al reconquistar Jersón el 11 de noviembre.
Este sábado, cuando se le preguntó al jefe de la inteligencia militar de Ucrania, el teniente general Kyrylo Budanov, sobre el impacto del clima en la contraofensiva, dijo que “los combates continuarán de una forma u otra”.
El militar reconoció que era más difícil luchar en un clima frío y húmedo, pero aseguró que era una cuestión de adaptación, no de detenerse, de acuerdo con la BBC.
Los vehículos con ruedas, agregó, tienen más problemas en climas húmedos que los vehículos con orugas, como los tanques.
Admitió también que en la mayor parte de casos, la contraofensiva se realiza a pie, ello debido a las amplias defensas antitanques rusas y a los drones kamikazes que lanza Moscú sobre tanques y otros vehículos pesados.
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